Agosto es el mes del niño, y en CISROCO, el mes de nietos y bisnietos… Tradicionalmente en tiempos sin pandemia celebrábamos a nuestros niños, por medio de una jornada cargada de música, juegos y alegría… Abuelos, bisabuelos y sus respectivos nietos compartían desde el vínculo intergeneracional.
Pero, ¿En qué nos beneficiamos con el contacto intergeneracional?
Sin duda, son muchos de beneficios de este vínculo, no sólo con los miembros de la propia familia, sin embargo, acá les mencionamos los principales beneficios:
– El contacto intergeneracional ayuda a construir valores sociales de solidaridad y respeto hacia todas las edades: los niños aprenden a respetar desde edades tempranas a las personas mayores, normalizando el envejecer y con ello, disponiéndose de mejor manera para el propio envejecimiento. Los mayores aprenden también a descubrir y valorar la juventud como espacio de aprendizaje.
– Crear redes de apoyo para acompañar a los grupos etarios excluidos socialmente: ya sea en grandes y chicos. En este sentido, el contacto intergeneracional no sólo se debe limitar a miembros de una misma familia. Promover el contacto entre todas las edades ayuda a desarrollarse como persona.
– Aportar conocimientos para combatir los mitos y prejuicios en relación a la vejez: el envejecimiento es un proceso normal que todos experimentamos, no es una enfermedad y por lo mismo se debe naturalizar.
– Sostener en el adulto mayor el rol de transmisor cultural: los adultos mayores transmiten a las generaciones más jóvenes un legado, ya sea cultural, espiritual, familiar. En muchas familias es por nuestros abuelos de donde nos vienen las tradiciones y costumbres.
Las personas mayores que participan en actividades con niños y jóvenes se vuelven más activos y menos propensos a enfermedades, mientras que algunos estudios muestran que los menores mejoran sus resultados escolares.
En los programas intergeneracionales participan niños, jóvenes y ancianos, y en ellos mejoran su conocimiento mutuo y aprenden valores de ocio, sociales y solidarios. Otros impactos positivos que reciben las personas mayores al formar parte de un programa intergeneracional son una mejora de la capacidad para enfrentarse a las enfermedades, el desarrollo de habilidades en el uso de nuevas tecnologías y una mayor integración a la vida comunitaria.
Hay estudios que también revelan que los niños y jóvenes que intervienen en un programa intergeneracional aumentan su sentimiento de responsabilidad social.
Esto jóvenes tienen una percepción más positiva de los mayores, tienen menos probabilidades de implicarse en un acto violento y en el consumo de drogas y refuerzan su autoestima y confianza.
Como vemos, son múltiples los beneficios del contacto intergeneracional, por lo mismo en CISROCO promovemos la presencia de la familia y las generaciones más jóvenes, por medio de actividades y eventos, visitas, llamadas y también el aporte de las personas mayores a los más pequeños de la comunidad, por medio de campañas diversas y la transmisión de talentos y el legado familiar.