KEREN HAYESOD

Carta a la comunidad: Nuevo año, nuevos desafíos

Por Jaco Leopold, Presidente de Keren Hayesod Chile

Como presidente de Keren Hayesod Chile y en representación de todas las personas que trabajan activamente en la fundación, me gustaría agradecer a cada uno de nuestros contribuyentes por su compromiso permanente con la continuidad y cuidado de la vida judía en Israel y la Diáspora.

Los últimos años nos han enfrentado como sociedad a un proceso de adaptación de prioridades mediados por la incertidumbre que el futuro nos depara.

Para el caso de nuestra comunidad en Chile, las consecuencias de la pandemia del Covid-19, acompañada de los distintos procesos políticos de los últimos tres años, nos posicionan en un escenario adverso que ha requerido de grandes esfuerzos para poder retornar a un grado de normalidad que nos transmita seguridad y tranquilidad.

Uno de los principales efectos inmediatos en periodos turbulentos, se relaciona con la disminución de aportes en donaciones a causas de acción social.

Es un instinto natural querer proteger nuestra inmediatez frente a la volatilidad que nos presenta el futuro. Pero, a pesar de lo anterior, desde Keren Hayesod Chile, nos sentimos doblemente agradecidos porque pertenecemos a una comunidad que se esfuerza en periodos difíciles por mantener sus compromisos y permanece unida y organizada en la protección de la vida judía.

Este año nos ha marcado profundamente. Desde su inicio con la guerra en Ucrania hasta el reciente surgimiento de una nueva operación militar en Gaza. Nos hemos visto inmersos en una campaña anual más complicada que las anteriores, pero no por eso menos motivante por nuestra misión histórica con el pueblo judío. Así, hasta la fecha hemos podido llevar adelante una exitosa campaña de solidaridad con los judíos en Ucrania, donde los aportes recaudados han sido clave para financiar operaciones de rescate y la construcción de una adecuada infraestructura que permita incorporar a los nuevos olim en forma exitosa en Medinat Israel.

Todos estos esfuerzos, implican una adaptación del espacio y un reordenamiento de prioridades, lo que a fin de cuentas demuestra que somos una comunidad que históricamente va a estar dispuesta a ayudar ofreciendo, no solamente un asilo temporal, sino que la posibilidad de soñar en ser ciudadano y poder vivir en paz.

Pero a pesar de lo anterior, todavía queda un largo camino por recorrer.

Existen otras problemáticas que Keren Hayesod considera prioritarias, y es por esto que necesitamos de toda la ayuda posible para no dejar a nadie atrás.

Tanto en Israel como en Chile, el fin último de nuestro actuar radica en fortalecer la educación judía y la continuidad de nuestra comunidad. En otras palabras, somos el nexo entre personas que quieren contribuir a mejorar el mundo y otras que necesitan de ayuda en la inmediatez.

En este sentido, el financiamiento que destinamos a labores educativas y proyectos de impacto social son una constante en nuestra campaña anual, y es por lo mismo, que, frente a la situación actual, tenemos que seguir apoyando a quienes nos necesitan.

Gracias al compromiso de ustedes hemos podido ayudar a las instituciones de nuestra comunidad en Chile por medio del programa de fondos concursables, mejorar la vida de los Olim Jadashim y facilitar la aliá para cualquier judío en el mundo, hacer más inclusiva la sociedad israelí ayudando a jóvenes en riesgo social y mejorar la vida de nuestros adultos mayores, entre otros. En resumidas cuentas, una gran gama de proyectos que ya tienen sus bases sentadas pero que para seguir creciendo necesitan de un compromiso permanente de parte de todos nosotros.

¡Shana Tova Umetuka!

“Hemos apoyado el pasado de Israel y la comunidad judía por más de 100 años, pero ahora necesitamos asegurar su continuidad y futuro”

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