Ciberbullying la responsabilidad es de todos
Publicado el: 04 / 10 / 2020

Por Daphne Dionizis

En esta época de comunicación online, los estudiantes se enfrentaron en el desafío de mantener una sana convivencia a través de las pantallas. ¿Lo habrán logrado?

Pensar que las relaciones interpersonales entre estudiantes en pandemia se acabaron, es un gran error. Por el contrario, en algunos casos la distancia fortaleció la amistad y compañerismo, y en otros, la pesadilla de las ofensas continuó de manera más intensa a través de plataformas tecnológicas y Redes Sociales.

El mundo online

Daniel Halpern, PhD en Comunicaciones de Rutgers University, Estados Unidos, y experto en Redes Sociales, nos explica que la edad en que empiezan a comenzar estas situaciones es en 5to básico, ya que los niños tienen menos capacidad de autorregulación y control, no ven cuáles son las consecuencias de sus acciones, y a esta edad muchos papás les empiezan a dar teléfonos a sus hijos, sin revisar lo que ellos hacen.

Generalmente ¿de qué manera se manifiesta? ¿Es silencioso?

– En estricto rigor, no es silencioso, lo que sucede es que ocupa otro lenguaje. Al no manifestarse de forma offline, no implica que sea silencioso, todo lo contrario. Y no porque no se utilice un lenguaje verbal offline, no son palabras, al contrario, hieren mucho más.

A una persona que, por ejemplo, la molestaron por redes sociales eso va a quedar ahí. Lo mismo sucede con la exclusión social, por ejemplo, a alguien que no lo dejaron entrar a un grupo de whatsapp o de cualquier otra red social, la persona está excluida y es para siempre, a diferencia de las relaciones offline, que, si a uno lo molestaron cuando chico, después se olvida, en cambio en lo online queda para siempre.

Dado que hoy, los niños pertenecen a una generación de nativos digitales ¿Podríamos decir que el ciberbullying es más peligroso que el bullying?

– Los estudios indican que el ciberbullying es más peligroso por tres razones. La primera por lo que mencioné anteriormente con respecto a que las palabras quedan para siempre. Por otra parte, en el bullying tradicional la audiencia es limitada, se limita a cuántas personas entran en ese espacio físico donde se está generando la agresión en ese determinado momento.

En cambio, en el ciberbullying la audiencia es ilimitada, pueden verlo infinitas personas, ya que no hay tiempo ni espacio. Por lo tanto, el daño de quién me ve cuando me humillan, es mucho más grande.

En tercer lugar, el bullying tradicional respeta tiempo y espacio, por ejemplo, a mí me molestaban cuando yo era chico e iba al colegio. Ese bullying ocurría de 08:00 a 17:00 hrs mientras duraba el colegio, pero cuando yo llegaba a mi casa, yo podía estar tranquilo. Con el ciberbullying eso no existe, y pueden ser las 23:00 pm o 02:00 am y sigue.

Hay dos elementos esenciales para que la persona se sienta segura: tener su espacio y su tiempo. Y en el ciberbullying ambos se vulneran.

¿Existen características que se repiten en los diferentes ataques de ciberbullying?

– Una de las características que más se repite es el hecho de que son anónimos. Muchas veces en el mundo online yo me disasocio de mi personalidad porque básicamente soy capaz de, a través de una pantalla, no ver a la otra persona y sentir que el otro tampoco me está viendo a mí. Entonces me deshinibo y soy capaz de hacer más cosas, y muchas de estas son negativas porque me atrevo a hacer más. Lo complejo de esto es que los niños y jóvenes se atreven a molestar más, a juntarse con otros y sienten que no les va a pasar nada, porque creen que no hay nadie regulándolos de manera online.

¿Cuál es el perfil común de un agresor?

Hay varios perfiles de agresores, pero en general son personas con baja autoestima que fueron víctimas de algún tipo de maltrato y ellos normalizaron esa forma para relacionarse con los demás.

– Es muy común, casi en 2/3 de las situaciones, que los agresores sufrieron algún tipo de maltrato, recibieron tecnología como un teléfono a edades tempranas y que hay poca fiscalización de los padres o la persona que esté a cargo de ellos en el hogar.

Nuestra realidad comunitaria

Conversamos sobre este desafío actual con Sergio Herskovits, Director de Instituto Hebreo, y R. Igal Meirovich, Director de Maimonides School.

Ahora que el colegio es no presencial y los niños pasan más horas frente a un computador ¿aumentaron los casos de ciberbullying?

Sergio: En todo esto hubo un periodo de adaptación. Probablemente al principio frente a la falta de normas claras sobre cómo aprender y enseñar a través de las redes, se prestó a que haya poco, pero hubo de abusos o maltrato, no lo llamaría bullying. Como las clases están tan estructuradas y ordenadas, hay poco espacio para que eso ocurra. En general el bullying se da en los momentos donde no hay supervisión de adultos, por eso donde sí existieron malos tratos o problemas de relación, es cuando los chicos están jugando sin los adultos por ejemplo a la play y están conectados entre ellos y se hablan, ahí hubo situaciones feas, tampoco te diría bullying, puntuales a las que hubo que abordar.

  1. Igal: En nuestro caso particular, dado que los niños sobretodo de edades más pequeñas no tenían acceso a plataformas de chats y comunicación virtual, han aparecido por primera vez algunos casos de ofensas. Los niños al no saber utilizar bien estas plataformas y al no entender el contexto comunicacional del mundo online, se expresan de maneras que podrían ser consideradas ofensivas, sin necesariamente entender que están siendo despectivos u ofensivos, lo mismo con la lectura de los mensajes. Muchas veces no existe una mal intención necesaria-mente detrás de la agresión, sino que una falta de captación del contexto y de sensibilidad a cómo lo que digo o hago puede afectar al otro. Sabemos que esto es un desafío propio de la comunicación online, pero dado que nuestros niños no habían tenido acceso a esto anteriormente y por lo tanto carecían de este contexto de aprendizaje, fue particularmente desafiante en un principio abordar esta nueva forma de relacionarse.

¿Cuentan con programas que promuevan la convivencia positiva?

Sergio: El Instituto Hebreo ha crecido no solo en lo académico y judaico, sino también en lo valórico. Me acuerdo que hace 10 años había muy mal trato en amplios sectores del colegio, no solamente entre niños, sino que también apoderados, profesores, y yo te diría que hoy en día hay un clima de sana convivencia en donde la cultura del colegio cambió.

Para mí es muy importante el hecho de que somos una comunidad valórica, que tenemos que crecer todavía y en eso estamos. Yo te diría que en los próximos años vamos a ir viendo y ojalá podamos comunicarlo también, cómo nuestra comunidad se va transformando en una comunidad de virtud. Hoy somos una muy buena comunidad, nuestro trabajo es para que seamos una comunidad de midot, es decir, de virtudes. Como diría Maimónides, encontrar el equilibrio, el justo medio y que el egresado del colegio no solamente sea muy bueno valóricamente, sino que sea intachable e íntegro, y eso va a hacer de nuestro colegio, no solamente un colegio académicamente destacado, sino que hoy somos un colegio valóricamente des-tacado, pero vamos a hacer honor al principio de nuestra Torá que dice “kedoshim tihiyu”. Hacía allí estamos yendo.

  1. Igal: Tenemos una instancia que se llama Fraternity Week, que es una semana al año en donde fortalecemos los valores Maimónides de convivencia que son la empatía, respeto y comunidad. En segundo lugar, tenemos un programa que se llama Mygroup MYself, en el cual en los consejos de curso de Elementary y High School, se van trabajando dinámicas de convivencia y, en tercer lugar, producto de este salto al mundo online desarrollamos un programa formativo de comunicación y convivencia online, que está especialmente dedicado a abordar los desafíos propios del mundo virtual que comenzaremos a utilizar este segundo semestre.

Una solución al conflicto

Andrea Henríquez, fue víctima a sus 11 años de un fuerte maltrato escolar con agresiones físicas, verbales y cibernéticas. Años después, empoderada por combatir esta situación mundial, decidió crear “Volando en V”, fundación que se dedica a combatir el maltrato escolar.

El modelo de prevención que utilizan es que los alumnos mayores se vinculen con los menores a través del liderazgo y buen ejemplo ¿Cuál es la razón de esta elección?

– El inicio de esta metodología es experiencial, parte desde mi propia experiencia, ya que yo cuando era chica fui víctima de bullying, uno que fue súper fuerte y que incluso en muchos sentidos se salió del control del Colegio. Y lo que significó la solución absoluta e hizo el cambio, fue cuando las alumnas mayores del colegio decidieron intervenir.

Y volando en V, un poco replica ese modelo donde son los mismos estudiantes los que son capaces de modelar ciertas conductas positivas y de generar conciencia y sensibilizar al resto de los estudiantes.

A medida que el programa y la fundación han ido creciendo, el modelo ya tiene respaldo teórico llamado modelamiento de pares. Esta teoría indica que una de las formas de modelar conductas pro sociales es a través del empoderamiento de grupos estudiantiles que están dentro de las mismas dinámicas de convivencia. Con las herramientas correctas son capaces de de ser líderes y de influir a sus compañeros, tomando así un rol activo como espectadores. Lo que nosotros hacemos dentro de los colegios es formar a estos equipos de estudiantes que pueden tener esta influencia positiva y modelar conductas en el resto desde su rol como pares.

¿Han aumentado los índices debido al homeschooling?

– Esta convivencia que tenemos en pandemia nos plantea muchos desafíos. Lo primero que creo importante entender, es que los niños no han dejado de convivir solamente porque están en un sistema de homeschooling. Por el contrario, su forma de convivir ha mutado y ellos siguen relacionándose a distancia. Es fundamental comprender esto porque no hay que dejarlos solos en este momento, hay que seguir preocupándose de que se sigan contactando y enseñarles a contactarse sanamente a distancia. Y eso implica ciertos desafíos.

Se les debe enseñar a los niños que los valores que son importantes en las relaciones presenciales, son también importantes en las relaciones digitales, y enseñarles la empatía a través de las pantallas y los riegos es un desafío.

Se les debe enseñar a los niños que los valores que son importantes en las relaciones presenciales, son también importantes en las relaciones digitales, y enseñarles la empatía a través de las pantallas y los riegos es un desafío.

Sí han aumentado los casos de ciberbullying. Los estudios más recientes demuestran eso, pero van a seguir apareciendo más estudios. Han aumentado también muchísimas cosas sobre los indicadores socioemocionales de los niños en este momento, porque evidentemente estamos viviendo una situación en que cada uno lo vive distinto, y que puede implicar muchos problemas para distintas familias y personas, y es un desafío para los niños que no necesariamente tiene que ver con ciberbullying pero que sí es parte de la convivencia. Tiene que ver con las necesidades emocionales que tiene cada uno. , y eso es un desafío hoy mientras los niños están a distancia, y será un desafío mañana los estudiantes vuelvan a las salas de clases y se enfrenten con que cada uno está parado en una vereda distinta, y que de alguna manera todos tenemos que aceptarnos, tolerarnos y avanzar juntos.

¿Cuál crees que es el rol que cumplen los apoderados en la prevención?

– El rol de los papás es clave. De partida porque son los pri-meros educadores en lo valórico de sus hijos y al final una sana convivencia se compone de puros valores.

El buen trato, la empatía, tolerancia, respeto… son valores que se deben enseñar a los niños desde que son muy chiquititos y esos valores parten por casa.

Por otro lado, es muy importante que los apoderados se alineen con los valores que el colegio está intentando proponer a la comunidad para una buena convivencia. Es muy importante que unan discursos y que les empiecen a enseñar desde sus casas, y que acompañen a sus hijos sobretodo estando atentos, preguntándoles cómo están, adquiriendo ciertas he-rramientas básicas para poder acompañar a un hijo tanto si es víctima, agresor o espectador. Si hay algo que es claro, es que en algún momento de la vida escolar los niños van a ser alguno de esos tres roles, y ahí los papás tienen mucho que ver con cómo ayuda a sacar al hijo de esa situación. En definitiva, los apoderados son quienes forman, acompañan y guían a sus hijos para que sus relaciones sean positivas y puedan salir pacíficamente de los conflictos que pueden surgir naturalmente.

¿De qué manera se puede prevenir y controlar que existan casos de ciberbullying?

– Creo que la mejor manera de prevenir es a través de la información. Es importante que los apoderados, papás y mamás se informen sobre las aplicaciones que están utilizando sus hijos, y más que negarlas o bloquearlas (algunas pueden valer la pena bloquearlas, pero no todas), más que sacarlos de ese mundo es enseñarles a usar ese mundo de una forma responsable, y la única manera de hacer eso es que se informen.

A veces el mundo cibernético parece demasiado grande y los papás y mamás se sienten fuera de él, pero hay que perderle el susto porque el mismo Internet te permite saber sobre las aplicaciones, hay que dedicarse un rato a googlear, buscar, comentar con otros apoderados, armarse uno mismo de herramientas para poder hablar con su hijo con el mismo lenguaje, y hablar informado sobre los riesgos y parámetros que ese niño tiene que cumplir.

Es otro espacio más donde el niño tiene que ser acompañado y formado con valores de base.

Basado en tu experiencia personal ¿Qué mensaje te gustaría darle a aquellos jóvenes y niños que son víctimas del ciberbullying?

– Un mensaje que me gustaría dedicarle a los niños que tal vez están viviendo situaciones de bullying o ciberbullying, solamente decirles que pongo mis manos al fuego de que esto realmente pasa, se sobrevive, y esto que pareciera que en este minuto los está comiendo, no los define tanto como creen que los define, sino que hay mucha más vida más allá de eso. Uste-des valen muchísimo más que ese momento, y esto le pasa a mucha gente por todos los motivos posibles y no hay nada malo en ustedes, que los haga merecer que los molesten, ¡nada!

No hay nada que tengan que cambiar para que los dejen de molestar, no se lo merecen.

Una de las primeras cosas que te ataca el bullying o ciberbu-llying es la autoestima y ese cuestionamiento de uno mismo es muy cruel, cuando en realidad este tema no va por ahí. Confíen en sí mismos, que realmente se convenzan de que no se lo merecen y que con eso sigan adelante porque en verdad la vida es mucho más que en este momento.