Con el respaldo metodológico del Joint (JDC), la CJCh impulsó desde noviembre de 2020 a marzo 2021, un estudio sobre la situación de vulnerabilidad social al interior de la comunidad judía de Chile.
La crisis que se inicia en octubre de 2019, sumado a los impactos sanitarios, sociales y económicos producto de la pandemia de COVID-19, profundizaron la situación de vulnerabilidad social en la sociedad en general, así como en la comunidad judía en particular. Por un lado, se agudiza la situación de quienes ya se encontraban dentro de los grupos más frágiles, y por el otro emergen nuevas situaciones en familias y grupos sociales pertenecientes a estratos medios, que frente al deterioro de sus economías comienzan a ver dificultadas sus posibilidades de acceder y sostener sus consumos habituales en diversas dimensiones de la vida.
Frente a esta realidad y su posible evolución, la CJCh con el apoyo del JDC*, conformó un espacio institucional para el Análisis Comunitario Estratégico (ACE) sobre la Vulnerabilidad Social en el seno de nuestra comunidad.
Este espacio comunitario se desarrolló con el objetivo de comprender cualitativamente, las consecuencias de esta nueva realidad socio económica, y los riesgos a los que miembros de la comunidad pueden estar expuestos en el presente y futuro, mapear acciones de mitigación, identificar las acciones que podrán ser requeridas en el futuro y proponer estrategias que orienten la labor de las instituciones de la comunidad.
Para llevar adelante el estudio se constituyó un equipo de trabajo integrado por miembros de la CJCh, Reshet, dos expertos del JDC Am Lat y líderes voluntarios convocados por su mirada estratégica dentro del entramado comunitario.
El trabajo consistió en entrevistas a líderes y/o profesionales de las principales organizaciones comunitarias y entre los directamente afectados por la situación, a un grupo de familias de la comunidad. Como resultado se realizó una primera sistematización de las percepciones de las instituciones sobre los cambios producto del contexto, el estado de situación de las familias y los alcances de la red de respuesta comunitaria frente a la crisis de los últimos dos años.
El 72% de las organizaciones relevadas (13 de 18) manifestó haber tenido un incremento en la demanda de pedidos de beneficios.
Se trate de asistencia material, reducciones de cuotas sociales o becas para continuar en la institución. También han cuantificado dicho incremento, que oscila entre el 20% al 35%, fundamentalmente, como resultado de la pérdida del poder adquisitivo a causa del desempleo
Los referentes consultados coinciden en que una de las principales dificultades que afrontan los miembros de sus organizaciones es en torno al trabajo (78%).
Esto se da, ya sea por reducción de ingresos en aquellas situaciones en las que por las medidas preventivas sanitarias sus actividades se han visto cerradas, o por la pérdida directa del empleo. En ambas situaciones la recomposición de su situación es lenta y dificultosa.
Otro aspecto que aparece como relevante son las situaciones de salud mental o emocional (45%).
Esta categoría sintetiza el correlato de sufrimiento subjetivo que aún persiste frente a la situación de pandemia y que algunos entrevistados mencionan con gran preocupación.
En ambos casos, las organizaciones han brindado una respuesta comunitaria integral: contención, alimentos, transferencia de ingresos, becas escolares, actividades culturales y religiosas.
La apuesta del modelo ACE que monitorea en tiempo real se constituye como un faro que orienta acciones de cara al futuro, una ventana de oportunidades para la generación de información que permita conocer mejor la situación de la comunidad a nivel de las familias y de las organizaciones. Del mismo modo, promover recomendaciones que impacten tanto en la mejora de las condiciones de vida de las familias como del fortalecimiento de la red comunitaria.
En un contexto tan incierto como el actual resulta crucial que las instituciones mantengan una función de amparo y amortiguación de las situaciones de sufrimiento social que las familias están atravesando.
En estos tiempos, el sentimiento de vulnerabilidad se percibe como algo común pero la fragilidad se materializa de formas tan diversas que requiere una atención especial y la adopción de una perspectiva de co-responsabilidad en el accionar comunitario-institucional.
Jackie Rosenberg, Vicepresidenta de Asuntos Internos de la CJCh, quien ha liderado y articulado el proyecto precisó: “El desafío actual para las organizaciones de la comunidad implica acompañar las nuevas y dinámicas demandas sociales, a la par de promover una mirada inclusiva en la que se refuercen la participación y el lazo comunitario.
Este estudio es sumamente importante, sus resultados nos entregan la enorme responsabilidad de seguir avanzando y planificando por una comunidad más inclusiva, sustentable y articulada. Ha sido el punto de partida para acciones futuras orientadas a seguir enriqueciendo y fortaleciendo la vida judía en Chile”.
* JDC (American Jewish Joint Distribution Committee, conocido como el Joint) es la principal organización humanitaria judía a nivel internacional, cuya misión puede resumirse en “salvar vidas judías y construir vida judía”.