Por Lorena Sandoval G. Rectora.
Luego de un año de un agotador trabajo online, marzo 2021 era el mes en que por fin abríamos las puertas para que de a poco, en grupos, y con todos los cuidados, volviéramos a encontrarnos en una actividad, que si bien no era totalmente normal, nos permitiría compartir instancias presenciales.
Pero nuevamente la crisis sanitaria nos hizo dar pie atrás y volver al trabajo online.
Nuevamente los niños en sus casas, compartiendo con sus profesores y compañeros de manera remota, mientras que en el colegio avanzábamos haciendo todos los esfuerzos para poner en marcha la estructura que nos permitiera un retorno eficiente y a la vez seguro a penas la autoridad sanitaria lo permitiera.
Consolidar el trabajo logrado el año pasado y continuar con el proceso de enseñanza aprendizaje de nuestros alumnos, resguardando su salud emocional, siguió siendo nuestro desafío y principal objetivo en tiempos de pandemia.
Consolidar el trabajo logrado el año pasado y continuar con el proceso de enseñanza aprendizaje de nuestros alumnos, resguardando su salud emocional, siguió siendo nuestro desafío y principal objetivo en tiempos de pandemia.
En este sentido es destacable cómo con un adecuado y cada vez mejor uso de nuevas tecnologías disponibles, se ha potenciado una destacable labor docente, que con gran esfuerzo y compromiso, sin desconocer que estamos frente a una nueva era, ha aprovechado al máximo para mejorar el proceso de formación de sus estudiantes, avanzando hacia un sistema educativo contenedor, flexible, moderno y resiliente, a la vez que democrático autónomo y colaborativo, capaz de mantener la visión, misión, objetivos, valores y excelencia que destacan a nuestra institución.
Tras un aprendizaje forzado resultó una gran experiencia que hoy nos lleva a plantearnos la posibilidad de mejora en todos los ámbitos del quehacer educativo, el que debe tener un fuerte compromiso con la articulación entre aprendizaje, tecnología e innovación reflejado en sus alumnos, docentes, directivos y familias, desarrollando un proceso de aprendizaje en conjunto, intenso, personalizado y relevante para la comunidad escolar.
Finalmente, y sin duda alguna podemos concluir que éste ha sido un gran proceso, lleno de oportunidades y que una vez más destaca que son los alumnos, cada vez más independientes y ubicados en el centro de su proceso de aprendizaje, quienes nos enorgullecen y enseñan lo mejor de la vida en este largo y muchas veces agobiante proceso.