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Entrevista Comisionado de la OEA para el Monitoreo y la lucha contra el Antisemitismo

Se trata de la primera entrevista que realiza a un medio chileno el recién nombrado Comisionado de la OEA para el Monitoreo y la lucha contra el Antisemitismo, Fernando Lottenberg. Un hombre que tiene la responsabilidad de hacer ver que la lucha contra el antisemitismo es algo que está unido a la defensa de la democracia, de los derechos humanos y de todas las formas de discriminación.

Por Vivian Berdicheski

Fotografías: Eliana Assumpção

Una de las mejores noticias que hemos recibido este año es la designación de Fernando Lottenberg como Comisionado de la Organización de Estados Americanos (OEA) para el monitoreo y la lucha contra el antisemitismo. El nombramiento fue realizado por parte del Secretario General de la OEA, Luis Almagro, la posición fue recientemente creada, tal como existe en la Unión Europea, Canadá y Estados Unidos; la responsabilidad fundamental del Comisionado será la de aunar esfuerzos en el Hemisferio Occidental para enfrentar el flagelo de la discriminación y el odio.

El brasilero, Fernando Lottenberg, es un conocido de la casa, y un hombre con una trayectoria excepcional en el mundo comunitario; fue presidente de la Federación de Comunidades Judías de Brasil y es miembro del Board of Trustees del Instituto de Asuntos Latinoamericanos y Latinos del American Jewish Committee. Un prestigioso abogado constitucionalista, su voz es obligada a través de las Américas como un activo defensor de la democracia y los derechos humanos.

Su trabajo futuro no se ve fácil, sobre todo cuando no enfrentamos a la viralización de discursos que buscan minimizar y peor aún distorsionar los hechos ocurridos durante el holocausto. Cuando las redes sociales se encuentran en la dicotomía entre la libertad de expresión y un ente regulador. Y el antisemitismo ebulle como caldo de cultivo. Entonces, conocer al hombre tras este importante cargo resulta más que revelador. Se declara, como un judío brasilero inquieto desde pequeño. Está casado, tiene dos hijos de 28 y 25 años; habla muy bien español ya que practica regularmente con la familia de su esposa. Ha estado varias veces en Chile como turista, conoce San Pedro de Atacama y también el Sur. Como dirigente comunitario, en Santiago, le tocó compartir con la ex Presidenta, Michelle Brachelet; en una oportunidad también estuvo con el Papa Francisco y se mueve como pez en el agua en el mundo de la política, intelectualidad y con líderes de opinión. Aún se encuentra radicado en Sao Paulo, pero pronto deberá comenzar sus viajes a Washington donde se encuentra la sede de la OEA.

-Más allá de conocer su trayectoria y activismo, ¿Cuáles son los objetivos que le ha planteado el Secretario General de la OEA, Luis Almagro para el cargo?

-El Secretario General está preocupado tanto del crecimiento del antisemitismo como de las nuevas formas que ha tomado. Me pidió que estuviera atento, monitoreando los episodios de antisemitismo en las américas, pero no solo de una forma pasiva sino proponiendo también alternativas. Por ejemplo, viendo la manera de estimular a los países miembros de la OEA de adoptar e implementar la definición elaborada por la Alianza Internacional de Recuerdo del Holocausto IHRA, este solo hecho puede ser un instrumento importante en la toma de posición de países y autoridades en la lucha contra la difusión de discursos de odio y discriminación.

Vamos a tener una postura firme, actuar y denunciar contra la difusión de discursos de odio y discriminación que se da mucho por las redes sociales.

Y enseñar sobre el holocausto en la región para evitar que las nuevas generaciones no sepan qué pasó. También vamos a buscar la adhesión a la Convención Interamericana contra la Discriminación e Intolerancia que hasta el minuto solo cuatro países ratificaron y como somos 35, hay un trabajo importante por delante.

-Esto lo va a desarrollar con un equipo profesional. ¿Cómo lo tiene pensado estructurar?

-Tuvimos una charla con el Secretario General de cómo armar un equipo profesional compuesto por periodistas, asesores, diplomáticos, entre otros que puedan ayudar con esta tarea. Tenemos carta blanca para construir este mandato. Es algo que se va hacer poco a poco, empezamos hacer los contacto para estructurar el despacho, no es tan fácil hoy día porque estamos en la pandemia. La OEA que está en Washington, sigue trabajando home office así que los despachos no están abiertos, espero que en algunos meses más tendremos algo listo para mostrar a las comunidades del continente. También he armado comisiones de trabajo.

-Lo que se pretende es que la definición de la IHRA pueda ser incorporada en la legislación de los países. Dentro de esta definición, claramente se señala que el antisionismo como una nueva cara del antisemitismo ¿cómo ve las manifestaciones de antisemitismo en el continente. ¿Hay un incremento?

-Lo que estamos viendo en términos de atentados físicos no, la gente estuvo menos en la calle, frecuentó menos las sinagogas. Al mismo tiempo hay estadísticas del FBI, por ejemplo, que los crímenes de odio que tienen que ver con la religión como en Estados Unidos donde solo el 2% de la población es judía, el 60% de los crímenes de esta naturaleza están relacionados con judíos y eso llama la atención. Lo que sí, es que se está desarrollando un cambio en la naturaleza del antisemitismo, tenemos el antisemitismo tradicional que todos conocemos que es de los neo nazi, hoy día supremacistas blancos, como los que vimos en Charlottesville (Virginia) y en otros sitios. Tenemos un antisemitismo que viene más de la izquierda con una máscara de anti sionismo, pero nosotros sabemos que responsabilizan a las comunidades de lo que pasa en Oriente Medio, y el tercer vértice de este fenómeno es el fundamentalismo islámico. En Argentina tuvieron la triste experiencia de la Embajada y AMIA, en Europa los atentados de Toulouse, en Paris o Bruselas.

– ¿A qué debemos estar atentos?

– Debemos tener presente a las distintas formas de manifestación del antisemitismo para saber qué se combate y cómo construir positivamente una atmósfera de tolerancia y respeto mutuo a las minorías. Cuando tomé posesión del cargo, dije que la lucha contra el antisemitismo es algo que está unido a la defensa de la democracia, de los derechos humanos y de todas las formas de discriminación. En sociedades democráticas, respetuosas y tolerantes el antisemitismo puede ser combatido.

– ¿Qué mecanismo se puede a utilizar en gobiernos donde no prima la democracia para contrarrestar el antisemitismo?

-Creo que es necesario hacer un esfuerzo diplomático no solo del Comisionado sino de toda la organización para que los países que no tengan democracias fuerte no den pasos en esa dirección.

La lucha contra el antisemitismo funciona mejor cuando tenemos organizaciones civiles con las cuales podemos trabajar, mi labor es articular con las instituciones locales, comunidades y autoridades.

Así que vamos hacer un esfuerzo muy grande de diálogo, de persuasión, de estar muy cerca de todo lo que pasa para que en este continente no encontramos situaciones como las que vemos actualmente en Europa.

Situación en Chile, Brasil y libertad de expresión

La figura de Fernando Lottenberg no ha estado exenta de ataques antisemitas. Las recibió mientras fue dirigente de CONIB, el organismo techo de las comunidades de Brasil, dice que no le dio miedo, pero que tampoco es una situación agradable. Su familia llegó a Brasil desde Rusia, en 1920. El tema de las comunidades le apasiona, y según cuenta se preparó durante toda su vida para ejercer este cargo.

Si nada lo impide a mediados de diciembre estaría en Chile para una serie de reuniones con la dirigencia comunitaria y con diversas autoridades del país. Señala “Chile tiene una población muy peculiar, en otros países la población judía, árabe y palestina en general tienen relaciones muy tranquilas. No así en Chile, donde es más tensa. En Chile hay una comunidad palestina muy militante que filtra los actos de Oriente Medio lo que impacta en la vida de los judíos”.

-Ya que estamos hablando del tema. Aprovecho de preguntar. Durante el año, la comunidad judía chilena nos sentimos violentamos producto del candidato presidencial, Daniel Jadue, quien abiertamente tenía un discurso antisionista ¿Qué opina?

-No pretendo involucrarme en temas de política interna, de disputas partidarias porque como sabes la OEA es un organismo internacional. Sí me voy a involucrar cuando se trate de situaciones o se den temas de discriminación, intolerancia, racismo y antisemitismo y estos pasen a ser instrumentos del debate político con consecuencias para las minorías. No me importa si viene de la derecha, izquierda o centro.

-Otro de los hechos que movilizó a la comunidad fue un reportaje que apareció en el diario El Mercurio acerca de Hermann Göring. Hubo una condena trasversal, sin embargo, uno se pregunta cómo se llegó a publicar un artículo así. ¿Qué piensa?

-Mirando el cuadro regional e internacional por alguna razón se está legitimada la adopción de símbolos nazistas, de re-contar la historia del nacismo desde una perspectiva más liviana como si no hubiese sido tan grave. Creo que frente a este tipo de hechos hay que tener una postura muy firme.

No está prohibido hablar de lo que pasó, al contrario tenemos que estimularlo y creo que el mandato que dirijo tiene un rol importante en la visibilización del holocausto.

No hay problema que se cuente quien fue Hitler, Göring, o quien sea, pero que se cuente qué pasó como resultado de esta conducta el exterminio, los campos. No se trató de una persona que un día tuvo una buena idea.

-Hay mucha desinformación y desconocimientos ¿qué se necesita?

-La gente no nos conoce, cree que todos los judíos somos refugiados de la Segunda Guerra Mundial. No tienen idea, por ejemplo, que a Brasil y México los judíos llegamos hace 500 años con las Carabelas. Hay que educar a la gente sobre nosotros. La gente cree que todos los judíos somos ricos y no nos ven como una minoría vulnerable.

-No es un secreto que en América Latina estamos viviendo una suerte de polarización, entre izquierda y derecha ¿Dentro de esa polarización dónde quedamos nosotros?

-Por ejemplo, en Brasil tenemos un presidente que es muy cercano a Israel y nosotros los judíos brasileros nos vemos involucrados cuando sus detractores nos responsabilizan de su elección.

Eso es parte de los mitos antisemita muy tradicionales, como que los judíos manipulamos y controlamos la situación política de los países.

Hubo manifestaciones públicas a las que se llevaron banderas de Israel como si hubiera una conexión entre una cosa y otra. Y nuestra postura siempre fue muy firme y fue la de mantenernos al margen de lo que significa alguna adhesión en particular. Lo que deben hacer las comunidades, creo yo es que cuando los políticos hacen algo positivo hay que felicitar y cuando hacen algo negativo, tener la independencia para hacerlo ver. No es bueno para nosotros como colectividad involucrarnos con una posición política. Porque siempre dentro de las comunidades hay pluralidad.

-Otro tema importante que combatir es el antisemitismo que se expande a través de redes sociales

-Todavía no sabemos bien cómo lidiar, hay algunas señales, contamos con guías para identificar y combatir los discursos de odio, trabajamos con las redes con el fin de identificar post antisemitas y moderar contenidos. Aquí nos encontramos con un tema muy sensible. Tanto Brasil como Chile y otros países de la región sufrieron mucho por censura, entonces debemos garantizar la libertad de expresión porque es una conquista de la democracia, pero al mismo tiempo debe haber un balance cuando se generen abusos, no se puede admitir contenido basado en el racismo, el antisemitismo y la discriminación.

Creo que la solución va a estar en algo que combine una autorregulación de los proveedores con la regulación estatal.

 

Lecturas de fotos (te mando en el mail todas)

Fernando Lottenberg junto a el Papa Francisco.

Fernando Lottenberg y David Harris, director ejecutivo American Jewish Committee (AJC).

El Comisionado con Natán Sharanski disidente político, escritor, matemático, activista por los derechos humanos y ajedrecista.

Fernando Lottenberg entrevistando al intelectual francés Bernard-Henry Levy.

El Comisionado acompañado de Benny Gantz, Ministro de defensa de Israel.

Fernando Lottenberg con Issac Herzog, Presidente de Israel.

Fernando Lottenberg junto a Audrey Azoulay, Directora General de Unesco.

Fernando Lottenberg y el ex Presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso.

Junto a su par de la Unión Europea, Katharina Von Schnurbein, Comisionada en la lucha contra el antisemitismo.

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