Crisis de pánico: Comunes pero inolvidables
Publicado el: 12 / 05 / 2020

La situación mundial que estamos viviendo debido al Covid-19, puede ser un factor desencadenante para que personas manifiesten por primera vez una crisis de pánico, o bien aumenten los episodios de quien ya las ha vivido.

Las crisis de pánico son un tipo de trastorno ansioso muy común en la sociedad, y en la mayoría de los casos con reacciones físicas y emocionales muy molestas.

Si bien tiene tratamiento, para quien las vive pueden llegar a ser invalidantes.

En general, la persona siente una sensación de muerte inminente o de perder el control de sí mismo, sudoración, palpitaciones, dolor de pecho, mareos, entre otros malestares físicos.

Conversamos con el psiquiatra Alberto Vicuña Kojchen, quien nos explica un poco más sobre este trastorno y de qué manera podemos evitarlo en esta situación.

¿Es normal que en estos momentos en que estamos en cuarentena con una pandemia, las personas puedan llegar a tener una crisis de pánico?

– Es esperable que dada la situación actual que estamos viviendo, personas desarrollen síntomas psiquiátricos, tanto en la línea ansiosa (dentro de estos están las crisis de pánico) como depresiva, y que pacientes con algún diagnóstico psiquiátrico previo presenten una exacerbación o reagudización de su patología de base.

Tal vez la paradoja de este momento es que, si bien se requiere un distanciamiento social para contener la propagación del coronavirus, el aislamiento social también puede contribuir a la mala salud a largo plazo, en especial en el ámbito de la salud mental.

¿Los niños pueden presentar cuadros de ansiedad o fobias?

La crisis de pánico se ve principalmente en adultos y adolescentes, y es raro que se presente antes de la pubertad.

– En el caso de los prepúberes esta alteración afecta a niños que tienen una historia previa de ansiedad y puede estar asociada a síntomas depresivos.

¿Hay personas que tienen mayor posibilidad de tenerla? ¿Existe una predisposición genética?

– Lo primero que hay que saber es que no se sabe exactamente qué genera las crisis de pánico.

Dentro de los factores de riesgo podemos hablar que existe una predisposición genética a presentar algún trastorno ansioso y especialmente un trastorno de pánico. Podemos hablar de una mayor susceptibilidad biológico-genética como lo demuestran los estudios realizados en gemelos homocigotos donde existe hasta un 60 % de coincidencia en la presencia de trastorno de pánico.

Otros factores son:

  • Consumo de sustancias (alcohol, cafeína, marihuana, cocaína, etc.).
  • Privación de sueño.
  • Ejercicio físico extenuante o un esfuerzo físico excesivo.
  • Alto nivel de estrés.
  • La presencia de otra patología de salud mental.

¿Cuál es la diferencia entre miedo y pánico?

– El miedo y la ansiedad son emociones humanas básicas normales y suelen manifestarse cuando nuestra integridad tanto espiritual, mental o física se ve amenazada. En la literatura anglosajona, ansiedad y angustia se usan indistintamente y se identifica por ser una sensación desagradable, una especie de “dolor emocional”, en función a la percepción de incertidumbre o riesgo frente a una situación determinada.

Podríamos decir que la ansiedad normal, o el miedo nos prepara para responder de la mejor forma posible a estas demandas internas y/o externas.

En cambio, el pánico es una forma de angustia patológica, que se manifiesta de forma de crisis o ataques, de inicio abrupto, violento, inmotivado con síntomas tanto físicos (taquicardia, sudoración, etc.) como emocionales (sensación de muerte o pérdida del control).

Podríamos decir que el pánico es una forma grave de angustia patológica, que más que prepararnos para enfrentar la amenaza nos paraliza.

¿Cómo se puede controlar el miedo y evitar que llegue a ser pánico?

– Es bueno recalcar que el miedo es una emoción normal frente a determinados eventos que nos prepara para responder frente a estos de la mejor manera posible como dijimos anteriormente; la crisis de pánico en cambio, es una respuesta exagerada e invalidante frente a este estímulo.

Es importante identificar cuándo nuestra ansiedad normal se convierte en patológica con la aparición de síntomas como irritabilidad, alteraciones del sueño (insomnio) y síntomas físicos como taquicardia, sudoración excesiva, entre otros. Es recomendable consultar a un profesional frente a la aparición de estos síntomas para evitar la progresión a una crisis de pánico.

Dicen que nadie puede imaginar lo que es una crisis de pánico hasta que lo vive ¿Cómo debemos ayudar a alguien mientras está en una?

– Tal vez lo más importante frente a una crisis es ofrecer apoyo y compañía, no cuestionar a la persona, entender que no está exagerando ni “realizando un show”, ayudar a la persona a estar consciente durante el episodio (“las crisis tienen un inicio y un final, y nadie se muere o vuelve loco por una crisis de pánico”), muchas veces ayudan ejercicios simples de respiración. Además, cuidar el entorno (Aminorar factores como la luz, el ruido y la circulación de personas).

¿Cómo se encuentra Chile en relación a la población mundial?

– La OMS coloca a Chile entre los países con mayor carga de morbilidad por enfermedades psiquiátricas (23,2%) en el mundo.

Alrededor de 6,5 % de la población tiene algún trastorno ansioso (Encuesta Nacional de Salud 2016-2017).

El trastorno ansioso es la sexta causa de discapacidad laboral en el mundo. Más de 260 millones tienen algún trastorno de ansiedad. (OMS/2017)

Como todas las crisis,

esta también pasará…

¿Qué nos recomienda para sobrellevar de mejor manera este momento?

  • Estructurar el día. Asignar tareas a cada miembro de la familiar (esto es especialmente importante en los niños).
  • Respetar los espacios, evitar los roces, tratar de ser tolerantes con los otros miembros de la familia.
  • Evitar la sobre exposición a información (Tómese descansos y deje de mirar, leer o escuchar las noticias. Esto incluye redes sociales. Escuchar hablar de la pandemia reiteradamente puede generar ansiedad y angustia). Dosifica la información (trate de informarse una o, máximo, dos veces al día).
  • En lo posible tener una rutina de actividad física.
  • Tratar de mantener la calidad y la cantidad de horas de sueño.
  • Evitar el abuso de alcohol, tabaco y otras drogas.
  • En general tratar de mantener hábitos saludables.
  • Darse tiempo para relajarse. Hacer o actividades que disfruta.
  • Las personas con problemas de salud mental preexistentes deben continuar con el tratamiento y estar atentas a la aparición de síntomas nuevos o al agravamiento de sus síntomas pre existentes.

Seguro muchos de nosotros tenemos amigos o familiares con algún tipo de trastorno ansioso ¿Cómo podemos contener a nuestros seres queridos?

Es muy importante comunicarse con familiars y amigos, que sientan nuestro apoyo; en esto nos ayudan las tecnologías actuales.

– Es importante que sientan que no están solos y que pueden compartir no solo sus angustias y temores, sino que también lo cotidiano como sus actividades del día a día, y de esta forma generar cercanía. Saber que en caso de emergencia tienen a quien recurrir.

El aislamiento nos ha dado la oportunidad de valorar las cosas simples y buenas de la vida, como la familia, amistad…¿Cómo podemos potenciar ver lo positivo de todo esto?

– Esta crisis nos obliga y da la oportunidad de bajar el ritmo, de estar más presente con nuestras familias, de poder escuchar a nuestros hijos, seres queridos y a nosotros mismos y descubrir en ellos y en nosotros, cosas que no conocíamos, de reflexionar, resignificar y valorar personas y actividades que tal vez no le estábamos dando la importancia que merecían.

¿Cuál crees que es el papel que juegan las redes sociales en esta pandemia?

– Las redes sociales por un lado son una forma importante de mantener contacto con nuestros seres queridos al punto de generar la posibilidad de estar acompañados, apoyarnos en el día a día y ser una fuente casi instantánea de información.

Sin embargo, es importante limitar la presencia de estas durante el día ya que pueden llegar a ser muy invasivas.

Por otro lado, pueden ser una importante fuente de ansiedad a través de la sobresaturación de información, noticia falsa y malintencionada, etc.

Podríamos decir que son un arma de doble filo.

Uno de los principales refugios ha sido la televisión. ¿Nos puede recomendar alguna película o documental que pueda ayudarnos en estos momentos?

– Lo más importante en mi opinión, es ver cosas que nos aporten relajo, sentir una distracción en estos difíciles momentos y no saturarse con información ni abordar temas que nos generen estrés. En mi caso en particular me ha gustado mucho “El método Kominsky” y “westworld”.

Y para los apasionados por la lectura ¿Algún libro?

– Este momento nos da la oportunidad de retomar un libro que teníamos incompleto o de leer algo que teníamos pendiente. En mi caso actualmente estoy leyendo “La conjura contra América” (Philip Roth) y de los libros que he leído recientemente recomiendo esta “Patria” (Fernando Aramburu).

¿Y en cuanto a las aplicaciones de relajación o meditación que podemos encontrar en el celular?

– Pueden ser un buen complemento para el manejo de la ansiedad en estos momentos, pero eso depende de lo que calme a cada uno, no funcionan necesariamente bien en todas las personas, sobretodo en personas que nunca han practicado técnicas de meditación.

¿Aumentaron las consultas online? ¿Qué método encontró para seguir manteniendo el vínculo con sus pacientes?

– En mi caso en particular, actualmente casi la totalidad de la consulta salvo situaciones particulares las estoy realizando por teleconferencia, además la tecnología nos da la oportunidad de tratar de mantener un vínculo lo más cercano posible y estar disponible para nuestros pacientes en estos momentos.