Llegan las altas temperatura y todos queremos aprovechar los días lindos y actividades al aire libre. Sin embargo, si los jóvenes sufren con las altas temperaturas, imagínense lo que les afecta a los adultos mayores debido a que les cuesta más adaptarse a los cambios repentinos del clima durante el verano. Con el envejecimiento se producen cambios en la termorregulación del cuerpo y la percepción de temperatura. De manera que, las personas de edad avanzada en ocasiones no tienen una sensación de sed demasiado intensa, por lo que beben menos líquido y se deshidratan con mayor facilidad.
A continuación, les damos una serie de recomendaciones, para evitar problemas por el exceso de calor.
Hidratarse:
Se debe controlar la cantidad de agua que bebe el adulto mayor y cerciorarse de que sea la suficiente, invitándole a beber aunque no tenga sed, de forma constante y a lo largo de todo el día. El agua debe beberse a sorbos e idealmente no debe estar demasiado fría.
Ropa cómoda:
Para una mayor comodidad y disminuir la sensación de asfixia por altas temperaturas, es crucial que la ropa sea transpirable, cómoda y ligera. Se aconsejan tejidos de lino o algodón que les queden holgados.
Evitar el alcohol y la cafeína:
La cafeína y el alcohol, además de estimular y provocar alteraciones nerviosas en las personas mayores, favorecen la deshidratación. Por eso es tan importante evitar este tipo de bebidas, sobre todo, en verano y en general para toda la población.
Comer verde:
Aumentar el consumo de ensaladas, verduras y frutas permite mantenerse nutrido, así como reponer las sales minerales que se pierden con el calor. En todo tiempo, pero especialmente en verano, se debe evitar las comidas altas en grasas y azúcares.
Evitar exponerse al sol a las horas de más altas temperaturas:
Independiente de la hora de salida, hay que cuidar que la persona mayor se mantenga el máximo tiempo posible a la sombra y cubrir su cabeza con un sombrero o una gorra para mayor protección. Es sabido el impacto de la radiación y lo perjudicial que puede ser en las horas peak.
Usar bloqueador:
De la mano de lo anterior, siempre es conveniente el uso de bloqueador solar, idealmente sobre factor 50. La piel de los adultos mayores está algo más debilitada por lo que la prevención frente a los efectos del sol adquiere todavía más importancia en ellos.
Dormir bien:
Todos hemos experimentado que el calor nos hace dormir menos y, por tanto, estar más cansados durante el día.
Por ello, para favorecer el descanso reparador, mantener horarios fijos es de gran ayuda. Así como, realizar algo de ejercicio durante el día aumenta el cansancio y la sensación de sueño, ayudando a dormir mejor.