KEREN HAYESOD

Dar y recibir, ¡todos para uno y uno para todos!

Debbie S. Schwartstein de Keren Hayesod Chile.

Desde hace 100 años, Keren Hayesod se ha convertido en una de las instituciones más grandes del pueblo judío en términos de Tzedaká y apoyo a distintos proyectos sociales, tanto en Israel como en la comunidad judía en el mundo.

Dar y recibir, dos acciones básicas y que definen toda nuestra existencia y la del mundo entero. Nos movemos para poder dar, y también nos movemos para poder recibir. No solamente en términos monetarios, sino que también en afectos, obligaciones, responsabilidades, entre otros.

Durante la vida, vamos pasando por distintos momentos; al comienzo somos receptores innatos: necesitamos que nos alimenten y cubran todas nuestras necesidades básicas (y algunas no tanto). Pero a medida que vamos creciendo, tanto física como emocional y espiritualmente, nos empezamos a convertir en dadores, es decir, nos empezamos a preocupar por los demás y a tomar responsabilidad por nuestros actos, por nuestro prójimo y por nuestra comunidad.

Dice rab Amram Anidjar en su libro “A todo dar”, que en las comunidades donde hay más gente que da que la que recibe es una comunidad que tiende a desarrollarse y crecer. Y, por el contrario, en una comunidad donde hay muchos más receptores que dadores, tiende a desaparecer porque no tiene como auto sustentarse. Esta premisa aplica para cualquier tipo de comunidad o grupo, ya sea religioso, social, político, etc.

¿Por qué damos y qué “ganamos” al entregar?

La tzedaká es un precepto de la Torá, la cual nos invita a ayudar a quien más lo necesita, mediante trabajo, comida, vestimenta, dinero, entre otros. Consiste en abrir el corazón y dar a los demás lo que está dentro de nuestras posibilidades.

¿Qué es el Maaser?

El maaser es un tipo de tzedaká que consiste en separar el 10% de las ganancias netas que la persona obtiene, ya sea por un negocio, empleo, regalos, herencia, entre otros. Este dinero se debe destinar a acciones sociales, estudio de Torá, entre otros. Y es por eso que el Gran Rabino David Lau, Rabino Jefe de Israel, envía todos los años una carta señalando que “Las donaciones que Keren Hayesod recibe en beneficio de los proyectos que apoya, entre ellos los que asisten y ayudan a los sectores más vulnerables y carenciados de la población, pueden efectivamente ser considerados como parte del cumplimiento caritativo del diezmo”.

Keren Hayesod se enfoca justamente en este precepto, poder ayudar a los que más necesitan mediante distintos proyectos sociales, como, por ejemplo, la Escuela Tecnológica de Ben Yakir que se está construyendo gracias a la campaña de la División Femenina de Keren Hayesod Chile y que ayudará a 120 jóvenes en riesgo social, que viven en la aldea a mejorar su educación y tener mejores herramientas y oportunidades cuando terminen su educación formal; los hogares de ancianos Amigour, donde la gran mayoría de los residentes son sobrevivientes de la Shoá y viven sus últimos días rodeados de amor y cariño. También están los proyectos de Aliyá, donde al Olé Jadash se le dan las herramientas básicas para poder comenzar una nueva vida en Israel, o Alé, un hogar para más de 140 jóvenes con múltiples discapacidades y que les permite una mejor calidad de vida hasta que se conviertan en adultos mediante la terapia física e incorporación de ciertas habilidades. Y así, podemos seguir sumando más y más proyectos sociales.

Fondos Concursables

Keren Hayesod no solamente apoya proyectos sociales en Israel, sino que también es un soporte para la comunidad judía local. En Chile, mediante los Fondos Concursables, creados hace dos años por la Fundación Keren Hayesod Chile, se ha podido apoyar a distintos proyectos comunitarios relacionados con la continuidad de nuestra comunidad judía.

Durante la postulación de los fondos, todas las instituciones comunitarias tienen acceso a postular con sus proyectos, luego la comisión evaluadora determinará qué proyectos Keren Hayesod Chile podrá auspiciar durante el año y que se ajusten a los pilares previamente anunciados, como, por ejemplo, educación formal y no formal y continuidad judía, entre otros.

¡Todos para uno y uno para todos!

Estamos terminando un año difícil, este 2020 fue un año con muchos desafíos, aprendizajes y nuevas experiencias. Pero de lo que sí estamos seguros, es que este año, y más que nunca,

…debemos anteponer la tzedaká y ayudar a quienes nos necesitan, especialmente a que cientos de estudiantes tengan acceso a la educación.

La responsabilidad es de cada uno de nosotros y así, podremos seguir construyendo una comunidad fuerte y entre todos.

¡Muchas gracias por el apoyo constante y confianza en Keren Hayesod!

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