Este mes se acercan dos festividades muy distintas, pero, a la vez, muy relacionadas. Tanto en Pesaj como en Iom HaAtzmaut celebramos la liberación. En Pesaj fuimos liberados, y sacados de Egipto y, una vez libres, nos convertimos en un pueblo y una nación. En Iom HaAtzmaut, en cambio, fuimos nosotros quienes liberamos nuestra tierra de la opresión extranjera, y reconstruimos nuestro Estado tras casi dos milenios de sueños y anhelos.
Estas dos fiestas se sintetizan a la perfección en nuestro himno, el Hatikva, cuando habla de nuestra esperanza de «ser un pueblo libre en nuestra tierra».
Las ideas de libertad y autodeterminación son los nexos que unen a Pesaj con Iom HaAtzmaut. Aunque a simple vista estas dos festividades no parecen estar relacionadas entre sí, es posible trazar un camino entre nuestra liberación de la esclavitud en Egipto, hasta nuestra construcción como pueblo y nación con Estado propio. También la idea de que el pueblo judío es libre para gobernarse a sí mismo y vivir en su propia tierra es una extensión de la idea de que los judíos somos libres de vivir sin opresión ni esclavitud.
La historia de la lucha del pueblo judío contra la opresión y la esclavitud en Egipto ha estado siempre presente en el corazón de nuestro pueblo y ha sido una fuente de fortaleza y motivación para judíos que han luchado por su propia libertad y autodeterminación. A lo largo de la historia podemos por ejemplo destacar la rebelión de los Maccabim en contra del imperio griego seléucida; la revuelta de Bar Kojba contra el imperio romano; o el levantamiento del Ghetto de Varsovia, que comenzó en la primera noche de Pesaj de 1943 e inspiró revueltas en contra del nazismo a lo largo de toda Europa.
Iom HaAtzmaut se celebra exactamente un mes después de Pesaj. Esta conexión temporal no es casualidad, sino que se basa en la idea de que la liberación de Egipto es el primer paso hacia la independencia y la libertad completa de nuestro pueblo. Pesaj es la celebración del inicio de la lucha por la libertad, mientras que Iom HaAtzmaut es la celebración del logro de dicha libertad. En Pesaj fuimos liberados de la esclavitud física, pero el camino a ser hombres y mujeres realmente libres tomó 40 años en el desierto y un recambio generacional completo.
Iom HaAtzmaut es el inicio de nuestra independencia moderna y de la construcción de nuestro propio Estado soberano, cuya construcción no ha estado libre de amenazas de aquellos que han querido, en diversas guerras, dominarnos nuevamente.
La Hagadah nos señala que, en cada generación, cada judío debe sentir como si él mismo estuviese siendo liberado de la esclavitud, pero también que en cada generación, alguien se ha alzado en contra nuestra para aniquilarnos o esclavizarnos. La fundación del Estado de Israel hace 75 años representa un faro de luz para nuestra generación y las venideras, pues nos muestra que hoy somos más fuertes y estamos más unidos para hacer frente a estas amenazas.