SHALOM

Editorial Yamim Noraim

Sin duda este año ha sido uno de los más complejos de los últimos 60 años. Conviene repasar los eventos mas relevantes que nos ha tocado vivir:
La incertidumbre respecto al futuro de Chile ha sido un factor que nos ha mantenido inquietos a todos (independientemente del color político de cada uno) y a eso se ha sumado una inesperada y mortífera pandemia que nos obligó a dar drástico cambio en nuestro modo de vida y en nuestra manera de vincularnos con el otro.
No menos amenazante ha sido el virulento aumento del antisemitismo en todo nivel, el cual se ha expandido casi por todo el planeta del mismo modo en que se expandió el COVID-19.
También la vida en el planeta se ve cada día mas amenazada por el cambio climático. Imágenes de ciencia ficción nos muestran lluvias torrenciales en algunos lugares, caída de granizos gigantescos en otros, e increíbles avalanchas de barro y nieve por doquier además de un avance del desierto que amenaza seriamente el abastecimiento de agua en vastos sectores del planeta.
Nuestros lectores se preguntarán qué tiene que ver esto con Yamim Noraim. A mi modo de ver tiene mucho que ver: Yamim Noraim, para cada judío, además de ser una solemne fecha en que recibimos el año nuevo y hacemos propicia la ocasión para perdonar, y mejor aun, pedir perdón, también es un momento de reflexión en que analizamos nuestra vida pasada y proyectamos nuestra vida futura.

Es ahí donde Yamim Noraim nos debe llevar a pensar cómo podemos contribuir a mejorar el mundo, qué podemos hacer para combatir el antisemitismo, cómo podemos aportar a mitigar el cambio climático y cómo debemos cuidarnos para combatir la pandemia.
Pero no es sólo eso. Creo necesario meditar acerca de nuestra capacidad de resiliencia, y de qué manera  podemos influir para generar esperanza en todos aquellos que nos rodean sean hijos, padres, hermanos, amigos o cualquiera que necesite sentir que amamos al prójimo.
Las más de las veces las dificultades nos hacen ser más fuertes, y a veces, se abren inesperadas oportunidades, producto de los cambios, los que, a pesar de ser negativos, encierran enseñanzas que nos permiten no sólo sobrellevar las adversidades, sino que aumentar nuestro sentimiento de que la vida vale la pena vivirla.
No puedo finalizar sin desear a todas las instituciones y comunidades judías a sus miembros, socios, directores y presidentes, a todos los que colaboran con la revista ya sea como socios o avisadores y a todo el maravilloso equipo que hace posible esta querida revista Shalom, un SHANÁ TOVÁ UMETUKÁ.

Leopoldo Drexler
Presidente Revista Shalom

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *