El leve aleteo de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo”.
Viviendo hoy día una pandemia mundial, cobran un sentido casi profético estas palabras. Sobre todo cuando, al parecer, fue un murciélago, que también tiene alas, el causante de tal impacto.
Pero estos momentos de encierro nos dan la posibilidad de usar nuestro tiempo para detenernos a pensar.
Y si un leve aleteo es capaz de transformar realidades tenemos una grandiose posibilidad por delante.
Nuestra mariposa partió tímidamente con la idea de hacer una campaña en ayuda a los que en nuestra comunidad están pasando por momentos difíciles. Aumentar y asegurar la entrega de las cajas de alimentos a nuestros beneficiarios regulares.
Poco a poco esta idea se fue magnificando. Haciéndose eco en personas, grupos y por último en instituciones comunitarias.
El efecto fue creciente y lográndose reunir suficiente como para asegurar tres meses de abastecimiento de estos insumos tan anhelados.
Una vez más…
¡¡¡Gracias!!!
