Por rab Pablo Gabe
El 2022 será de consolidación de este gran proyecto que en el 2021 dio pasos importantes. Compartimos algo de lo que pudimos hacer, con las expectativas puestas en lo que suceda en este nuevo año.
Cuando me preguntan por lo que debería ser una comunidad, me gusta responder que la misma debiera de tener todas las áreas que contribuyan a la construcción de la vida judía, en el sentido más amplio del término. No solo se trata de acompañar a las familias en sus diferentes etapas del ciclo de vida, desde el nacimiento por medio del Brit Milá o Simjat Bat; el crecimiento y la educación en Talmud Torá y la celebración de Bar y Bat Mitzvá; la construcción de una nueva familia por medio de la Jupá; también acompañar a todas las personas en la partida de algún ser querido. Es eso, pero es más aún. Es participar en todo el camino y no solo estar presente en hitos puntuales de la vida.
En este sentido, entendiendo a la educación como el pilar fundamental y el espacio que acompaña a los niños y familias permanentemente, hemos vivido un 2021 muy agradable pudiendo participar en muchas cosas.
En conjunto con el Instituto Hebreo de Santiago de Chile, en nuestro Gan Babait, la formación y acompañamiento de los niños y familias que dan los primeros pasos en la educación judía fue nuestra idea principal a seguir.
Nuestro C.F.C. (Centro Familiar Comunitario) Minna Pincus (ZL) es un espacio en el cual desarrollamos diferentes programas de educación y vida judía en nuestra comunidad, donde el Gan Babait es uno de ellos. A través del mismo no solo los niños dan sus primeros pasos en la educación inicial, descubriendo el mundo que los rodea, iniciando su socialización con otros pares. Es también la oportunidad para que, como comunidad, podamos acompañar a todo el núcleo familiar en esta hermosa experiencia.
A lo largo del 2021, hicimos diferentes talleres y actividades con padres y madres, entre los que podemos compartir charlas sobre los caprichos y berrinches, cómo no ser una “Yidishe Mame”, una introducción a la celebración de Rosh Hashaná para familias con niños pequeños, una actividad en la Suká, alimentación sana. Por otro lado, en el marco de lo que dimos por llamar Shabbat Lamishpajá (Shabbat para la familia), realizamos en diferentes viernes en la tarde, antes de la llegada de Shabbat, un encuentro con la familia más ampliada de los niños y niñas (participaron tíos y abuelos). Cantamos, pintamos, creamos, jugamos de acuerdo a diferentes temáticas del año (la última fue acerca de Januká) y cerramos con la participación de todos los que habían estado, en la Tefilá de Shabbat en la comunidad.
Acompañar en el marco de la comunidad a las familias que participan del Gan resulta de una importancia que no podemos dimensionar.
Tanto para familias con vínculos cercanos en la ciudad, así como algunos ‘expatriados’ que eligen Chile para seguir sus vidas, en nuestro CFC y en la NBI toda, estamos felices de poder ser una extensión de los hogares. Que las familias puedan sentirse cómodas en las diferentes áreas y actividades que desarrollamos. Solo así, hacemos comunidad.