Por Daphne Dionizis
Comenzamos un nuevo año judío; el tan esperado 5783 ya está con nosotros. Ya se puede sentir la energía de los Jaguei Tishrei, este mes tan especial que reúne las “Altas Fiestas” junto con Sucot, Sheminí Atzéret y Simjat Torá.
Nuestros sabios nos mencionan que cada festividad debemos vivirla con alegría; ¡incluso Sucot es llamada “Zman Simjatenu” – “el tiempo de nuestra alegría! Pero ¿Cómo podemos ser felices cuando vivimos en tiempos de incertidumbre? ¿Cómo hacer a un lado la crisis política, económica y social, tanto a nivel nacional e internacional?
Conversamos con Katia Resnik, Coach espiritual, creadora de Coaching para el Alma, quien nos entrega herramientas para poder incorporar la alegría en nuestras vidas de manera permanente, a pesar de los desafíos que cada uno pueda estar viviendo.
¿Quién es Katia Reznik? ¡Cuéntanos un poco sobre ti!
Mi nombre es Katia Reznik, Estudié diseño gráfico, profesión que amo y soy Coach espiritual, Maestra de registros Akashicos y Sanadora. Estoy casada y tengo tres hijos. Me gusta sentirme y estar conectada con mi centro, con la naturaleza y con la fuente (con Hashem).
¿Qué es Coaching para el Alma?
Coaching para el Alma nace como una misión para ayudar a otras personas a expandir su conciencia para poder vivir una vida más plena y feliz.
Darse cuenta de que el entendimiento de lo que nos pasa, es uno de los primeros pasos para superar la adversidad y los momentos que consideramos malos.
Coaching para el Alma está en continua expansión y ahora, está preparando cursos y talleres para mujeres, coaches y terapeutas que quieran sanar sus heridas, dejar de boicotearse para lograr impactar más vidas y vivir de su propósito. Así como también las sesiones 1:1, que están enfocadas a generar cambios potentes y transformadores. Son enfocadas a descubrir las creencias limitantes que hoy nos están frenando para llegar al siguiente nivel, a lo que quieres alcanzar, mezclando diferentes técnicas que he aprendido y que me han servido a mi para evolucionar.
Katia una de las mitzvot del judaísmo es “vivir con alegría”. ¿Cómo definirías esa vida?
Siempre he pensado que cada uno de nosotros nació para ser feliz y, si no lo somos, tenemos que indagar por qué no estamos transitando nuestra vida con alegría y felicidad. La felicidad no es para todos igual, por lo tanto tienes que preguntarte, ¿Cómo es la felicidad para mi ? ¿Qué significa esa felicidad? ¿Cómo se siente la felicidad para mí? ¿Paz? ¿Tranquilidad? ¿Amor? ¿La he sentido en otros momentos? ¿Hacia dónde debo ir? ¿Cuáles son las metas que debo mirar para que la felicidad sea parte de mí? Al hacernos estas preguntas podemos encontrar pistas de qué nos hace felices y podemos fijar metas reales que sabemos nos llevarán allí. Si no sabemos qué nos hace felices, es más difícil llegar. Si no sabes dónde vas, no importa el camino que tomes…
El judaísmo nos enseña cómo transitar la vida para ser, estar y sentirnos más alegres.
¿Es posible hablar de felicidad en tiempos de crisis o son palabras completamente opuestas?
Puedes vivir feliz en tiempos de crisis, toda crisis es una oportunidad. Cada vez que tenemos una crisis, tanto interna como externa, hay que pensar en las oportunidades que pueden significar. Es un modo maravilloso, porque el universo o Hashem, te están hablando directamente a ti y a todos los involucrados. Te está diciendo que así no puedes continuar y que es hora de tomar otro rumbo, pero claro, es al cambio al que le tenemos miedo, porque no sabemos qué va a pasar después de dejar de tener el control.
Si bien es cierto que estamos en tiempos de incertidumbre, el escenario político, recesión económica, y todas las cosas que están pasando en nuestro país y a nivel internacional, ¿Por qué tenemos que pensar siempre de manera fatalista y creer que todo va a salir mal? Puede que nos esté yendo más mal que antes en un área, pero no por eso todo va a salir mal o peor que antes. Si nos cargamos de gratitud, y dejamos de hablar del otro gratuitamente, la perspectiva cambia completamente.
No nos enseñaron a pensar y decir ¡Esta es una gran oportunidad! Puede sonar solo optimista, pero es una manera de mirar las cosas desde otra perspectiva y que podrían ser el inicio para ver las oportunidades y tener una vida más feliz. ¡Siempre están los opuestos, tú eliges!
Mucho se habla sobre “alcanzar la felicidad”, como si fuese un camino que uno debe transitar. Bajo esta premisa ¿Qué cosas no podemos olvidar llevar en nuestros bolsos para este viaje?
Siento que ya la frase de ̈alcanzar la felicidad¨ suena como algo casi inalcanzable en sí mismo. Es como moverse de un lugar a otro sin haber iniciado un recorrido.
Para comenzar ese camino, una de las cosas que he aprendido es comenzar a sentirse bien con uno mismo. Y para eso, una de las primeras cosas que debemos practicar es la gratitud, pero no es solo decir la palabra gracias, sino agradecer todos los días por todas las bendiciones que tenemos en la vida. Es una práctica , un hábito diario que debiésemos todos los seres humanos adquirir. Gracias porque estoy vivo, porque tengo un techo sobre mi cabeza, gracias porque existo y tengo posibilidades de encontrar lo que me hace feliz.
Comenzar a mirar más cosas positivas en el otro en vez de las negativas, es también algo fundamental, no solo en el otro, sino a todo nuestro alrededor.
Quizá nos quejamos de nuestro barrio, de nuestro vecino, nuestro país, del colegio en el que estudian nuestros hijos, de tu mujer, tu marido, tu madre, tu suegra, la lista puede ser interminable, ¿Pero si en vez de quejarte encuentras cosas positivas? ¿Cómo cambiará tu percepción de todo? Siempre hay algo positivo que resaltar también. Pero a nuestra mente le es más fácil ver lo negativo en todo, ya que es una costumbre aprendida desde pequeños, que hemos practicado toda la vida, pero esto se puede revertir, si realmente se quiere.
Hablar del otro por hablar también es un tema importante del cual no podemos olvidarnos y tenemos que dejar de hacer, pues no solo le hacemos daño al otro, si no también a nosotros mismos. Estos tres temas son los pilares fundamentales para cambiar la manera en que vemos nuestra realidad.
Al final la meta no es llegar a la felicidad; sino que ser felices mientras llegamos a la meta.
¿Podemos aprender a ser felices?
Sí. Para eso debemos desaprender ciertas cosas aprendidas en nuestra niñez, creencias, maneras de pensar, de actuar, o comportamientos, que quizás, ya no nos aportan. Pero sobre todo adquirir el compromiso de querer transitar felices, pues es mucho más fácil quedarse ahí donde estás y no hacer nada, ya que el cambio requiere construir hábitos distintos y éstos requieren tiempo y disciplina.
Hoy las Redes Sociales, Internet y la publicidad, nos venden un concepto irreal de felicidad ¿Cómo podemos saber si somos realmente felices o podríamos llegar a niveles más altos?
Lo primero que debes saber es qué es la felicidad para ti. ¿Cómo se siente para ti? ¿Cuándo sientes que estás feliz? Y recordar que la felicidad es parte del recorrido, no de la meta final, ya que la felicidad es un estado. Soy feliz aún cuando en este momento no estoy ganando lo que quiero, soy feliz aún cuando no he llegado a mi meta, soy feliz aunque mis acciones hayan bajado.
Porque cuando dices; cuando compre mi casa nueva voy a ser feliz, ese día llega, y ¿cuánto dura esa felicidad?
Soy feliz, no por la casa que tengo, ni por el trabajo que tengo o que no tengo.
Soy feliz porque sé que el camino que estoy recorriendo me hace sentir bien, el camino que estoy recorriendo me hace mejor persona, mejor conmigo y con los demás
Soy feliz con el camino que estoy recorriendo, ha hecho que me rodee de mejores personas, que están al igual que yo, recorriendo el camino con amor, con compasión hacia mí y hacia los demás. Con gratitud de estar vivo, de tener una planta que cuidar, un hijo que besar o las estrellas para mirar, comida que comer, un techo que cuidar. Soy feliz no por el dinero que tengo o la casa que tengo, soy feliz porque estoy recorriendo un camino hermoso que me lleva a tener lo que quiero tener.
Las cifras en materia de salud mental en Chile son alarmantes. Según diversos estudios tenemos tazas 20% más altas que el promedio mundial. ¿Cuánto nos influye estar rodeado de personas con “buenas energías”?
La energía que nos rodea afecta nuestros pensamientos y nuestra propia vibración.
Cada persona se rodea de gente que tienen más o menos la misma energía. Somos como un dial que sintoniza un canal, una radio y las personas que nos rodean, están sintonizadas ese mismo dial y tienen una vibración parecida.
Estar con personas con buena energía o con alta vibración, te ayuda a elevar también la tuya y te hace bien. ¡Tenemos que rodearnos de energía positiva y generarla también!
¿En qué aporta el coaching en esta búsqueda de felicidad?
El coaching nos ayuda a conocernos a nosotros mismos, conocernos de verdad, con herramientas prácticas. Es una autoindagación, te enseña a hacerte las preguntas correctas. Te enseña a desaprender lo que ya no necesitas, para hacer nuevas uniones neuronales que te ayuden al cambio, a través de distintas estrategias.
El coaching que hoy estoy haciendo, te ayuda a mirar la vida desde una perspectiva diferente, despertando la conciencia, mirando las cosas con otro prisma. Te ayuda a aceptar el ayer y darte cuenta que lo que hiciste, lo que fuiste, no te precede, que el sufrimiento por lo que pasó puede ser un gran impulso para construir un gran futuro. Te ayuda a entender que el futuro se construye hoy de manera coherente y alineada con las metas y sueños desde tu corazón, y que el camino hacia ese futuro es el presente, y es aquí donde hay que poner las fichas.
¿Qué consejos prácticos nos darías para vivir una vida más plena en estos tiempos de crisis e incertidumbre?
Lleven un diario de logros, de oportunidades, de gratitud. Establezcan un método que les permita todos los días a la misma hora, escribir sus logros aunque piensen que sean pocos o no sean grandes. Sus oportunidades, por qué se sienten agradecidos, qué sienten que podrían mejorar hoy, cómo Hashem los podría ayudar. Y planifiquen su día en relación a sentimientos y propósitos. Al principio quizás tarden en ver sus logros (no tienen que ser haber subido el monte Everest, o haberse ganado el premio Nobel) son pequeñas cosas, como levantarse a tiempo, o quizás sientas que tienes pocas cosas que agradecer u oportunidades para ver.
Con el tiempo se hará más visible y fácil y será parte de ustedes este diario. Es algo que no les tomaría más de 15 minutos, pero les aseguro que cambiará sus vidas.