Actualidad, NBI

Escribiendo nuestra historia con nuestras propias manos

El arte de la escritura de los textos sagrados es tan antiguo como el judaísmo mismo. En tiempos donde escribir y borrar en una computadora es simple, donde uno puede imprimir miles de copias en un segundo, la tradición judía nos comanda a seguir utilizando este hermoso arte de la caligrafía y la escritura tradicional. Cada letra, cada palabra es escrita con suma precisión y cuidado siguiendo lineamientos muy cuidadosos.

 

En la NBI estamos en una etapa muy importante de nuestra historia. Hace pocas semanas recibimos nuestro nuevo Sefer Torá, escrito por el Rabino y Sofer Sebastián Grimberg junto a toda la comunidad. Aprendimos y experimentamos juntos la importancia y la trascendencia que tienen las sagradas escrituras. 

De la misma manera, experimentamos la importancia en nuestras tradiciones de otros dos objetos que, como la Torá, también deben ser escritos por un Sofer: las Mezuzot y los Tefilín.

 

LOS TEFILIN

¿Qué son los Tefilín?

Tres mitzvot en toda la Torá son denominados como un “אות – Ot”, una señal de nuestro pacto con Dios. 

El Brit Milá es la primera señal de nuestro pueblo, una mitzva que une generaciones, padres e hijos están unidos con esta marca desde los tiempos de Abraham. 

El Shabat es la segunda señal, un hito en el tiempo que marca el calendario de nuestro pueblo. 

El otro de los mandamientos que es denominado como un “Ot” son los Tefilín. Señales que nos colocamos en nuestros brazos y en nuestras cabezas que nos ayudan a recordar quiénes somos y quiénes debemos ser. Colocarse cada mañana los Tefilín es un importante mandamiento que nos liga cada día con la Torá, con las generaciones pasadas, con todo nuestro pueblo en cada rincón de su dispersión y con Dios.

Los Tefilín son dos pequeñas cajas hechas de cuero que contienen cuatro pasajes de la Torá en los cuales se hace referencia a este mandamiento y a la obligación de transmitir en cada generación los mensajes eternos de la Torá. Una Tefilá (el singular de Tefilin) se denomina “יד – Iad” atada sobre nuestro brazo y la otra “ראש – Rosh” atada sobre nuestra cabeza. La tradición rabínica comprendió que aquella expresión del Deuteronomio de poner señales en el brazo y entre los ojos no era una simple metáfora, sino que efectivamente -y de forma literal- debemos colocar las palabras de la Torá sobre nuestro brazo y sobre nuestra cabeza. Desconocemos si en los tiempos del Primer Templo de Jerusalém este mandamiento era cumplido “literalmente” ya que la primera referencia histórica sobre los “Tefilin” la encontramos recién en Carta de Aristeas que data de finales del siglo III a.e.c. A la fecha, En la cabeza los cuatro párrafos de la Torá están en cuatro compartimentos (batim) separados mientras que en el brazo están todos unidos.

Los cuatro párrafos de la Torá son los siguientes: 

  1. Kadesh (Shemot 13:1-10). Anunciamos la obligación de cada judío de recordar que fuimos liberados de Egipto. 
  2. Vehaya (Shemot 13:11-16). Proclamamos la obligación de transmitir nuestra historia a la próxima generación. 
  3. Shemá Israel (Devarim 6:4-9). Afirmamos aquí la unicidad de Dios. 
  4. Vehaya (Devarim 11:13-21). Confiamos que Dios premiará y castigará a cada quien conforme a sus actos.

¿Quiénes deben colocarse los Tefilín?

 Todo varón judío desde los 13 años y un día debe colocarse los Tefilín. Algunos acostumbran a unas semanas antes del Bar Mitzvá a comenzar a colocarse los Tefilín para ir aprendiendo cómo se debe hacer. Las mujeres no están obligadas, pero si desean pueden hacerlo. Quienes se encuentran enfermos o débiles están exceptuados de colocarse los Tefilín ya que no pueden hacerlo con la concentración adecuada. Los deudos tampoco deben colocarse los Tefilín ya que los mismos son un símbolo de esplendor (Peer) según los sabios.

 

LA MEZUZÁ

“y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.” (Deuteronomio 6:9) 

Debemos llevar las palabras de la Torá en nuestros corazones, en nuestras mentes, en nuestras acciones y en nuestros hogares. Debemos repetirlas de día y de noche para transmitirlas a la próxima generación. Este es el eje central del Shemá Israel. Y la tradición rabínica no tomó estas palabras de forma metafórica, sino que a cada una de estas expresiones bíblicas les asignó un elemento concreto para que a nuestras palabras “no se las lleve el viento”. En dos párrafos en la Torá (Deuteronomio 6:4-9 y 11:31-21) se nos recuerda que debemos tener presente constantemente las palabras de Dios y sus mandamientos. Por ese motivo pronunciamos el Shemá Israel dos veces cada día, nos ponemos los tefilín en nuestro brazo y sobre nuestra frente (dentro de los cuales se encuentran pergaminos que contienen estas secciones bíblicas y otras dos), y por ese motivo también ponemos en las puertas de nuestros hogares una mezuzá (que contienen los dos párrafos en los cuales la Torá habla sobre este mandamiento). 

Definir qué espacios requiere una Mezuzá 

Si bien es importante que la entrada principal cuente con una mezuzá, ya que esta es la señal externa de que allí́ vive una familia judía y la prescripción halájica, es importante también, que en el interior del hogar, cada una de sus puertas, cuente también con una mezuzá ya que el judaísmo no debe solamente ser vivido para afuera sino que también debe ser experimentado y vivenciado en nuestro interior. 

Acerca del Bait y del Klaf

Lo más importante, sin embargo, no es el Bait que recubre la Mezuzá, sino su interior, el pergamino milenario que nos une con Dios y con nuestra tradición de más de 3000 años de historia. El Bait puede ser de plástico, metal o de cualquier otro material, transparente u oscuro, mientras más bello mejor, pero lo más importante es que en su interior esté presente un Klaf que cumpla con todas las reglas. 

El Momento: 

La Mezuzá puede ser colocada tanto de día como de noche, no hay preferencia en este sentido. La única prohibición es colocar una Mezuzá durante Shabat o durante Yom Tov ya que al colocarla estaríamos transgrediendo varios mandamientos de aquellos días sagrados. 

Realizar la bendición y fijar la Mezuzá 

Una vez presentada la Mezuzá en la posición adecuada, inmediatamente antes de fijarla con pegamento o con clavos, se debe pronunciar la bendición correspondiente. La misma debe hacerse antes del momento del fijado ya que la tradición rabínica, en la inmensa mayoría de los casos, sostiene que las bendiciones deben preceder a los actos, siendo así́ una forma de tomar conciencia del momento de conexión con Dios y con la tradición al cual nos estamos predisponiendo. 

Actualmente tenemos disponibles en nuestra comunidad Klaf y Tefilín escritos a manos por el Sofer y Rabino Sebastián Grimberg. Para mayor información comunicarse con evelyn@comunidadnbi.cl

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