Moscú culpa a Israel de este grave incidente ocurrido el lunes 17 de septiembre cuando un avión ruso de guerra electrónica, Ilyushin Il-20M, fue derribado por la artillería antiaérea siria producto de una falla en el sistema de identificación amigo/enemigo o IFF (Friend or Foe).
El avión cayó en aguas del Mediterráneo alcanzado por misiles sirios de fabricación rusa, S-200, que pretendían derribar aviones israelíes.
Según el Kremlin, cuatro cazabombarderos israelíes F-16 I Sufa de la IAF (Israel Air Force) que estaban atacando objetivos en la región siria de Latakia se acercaron al Ilyushin ruso para cubrir su firma de radar de las defensas antiaéreas de Damasco, que trataban de derribarlos.
El martes 18 de septiembre Moscú acusó al gobierno de Jerusalén de poseer “la entera responsabilidad” por el derribo de Ilyushin Il 20M y la muerte de sus 15 tripulantes, adelantando que “Rusia se reserva el derecho a responder” en el futuro, y convocando al embajador israelí acreditado en Moscú.