Por Limud
Vivimos tiempos donde la única certeza es la INCERTIDUMBRE y frente a esto, Limud se propuso el gran desafío de organizar un encuentro que nos recordara que, con flexibilidad, cariño y voluntarios apasionados, generar un oasis en estos tiempos sí era posible. Y con esto en mente, y el entusiasmo de los asistentes, logramos que la actividad cumpliera las expectativas, recordándonos la importancia, el valor y el aporte de Limud Chile para nuestra comunidad.
Este año tardamos más tiempo en organizar la actividad de Limud. La pandemia nos ha marcado a todos de diferentes maneras; y las restricciones, la incertidumbre y las pocas actividades presenciales, se presentaron como parte del desafío para darle forma a esta actividad. Sabíamos que no podríamos ofrecer la variedad de actividades de los Yom Limud anteriores, ni tampoco podríamos tener un horario de todo el día. Finalmente nos dimos cuenta que volver, con la misma calidad y humanidad de siempre, en un formato más discreto, era lo más realista, por lo que nos hizo sentido desafiarnos a encontrarlo.
Lo llamamos el Limud del reencuentro, donde la posibilidad de asistir presencial y los invitados de gran nivel, fuera el gran atractivo.
Acordamos proponer un modelo híbrido, dándole más énfasis a la presencialidad. El Estadio Israelita, junto con la Comunidad Sefaradí, nos acogieron con generosidad en sus espacios. Tanto el templo, como la explanada exterior, eran lo suficientemente amplios para los aforos y las posibles restricciones que eran difíciles de calcular. La temática para este encuentro debía ser cautivadora y al mismo tiempo debía inquietarnos un poco, para salir de nuestras áreas de confort. Pensamos que la gente querría entender y elaborar las experiencias que hemos adquirido en este tiempo, por lo que nos hizo mucho sentido invitar al reconocido psiquiatra Patricio Fishman que junto a Analía Stutman prepararon una actividad de bienestar emocional, donde los participantes compartieron vivencias y pudieron resolver algunas dudas tales como: ¿Cómo se explica que algunos no crean en las vacunas?
Por otra parte, y como una forma de transmitir un mensaje de ‘manos en acción’, invitamos a Elías Albagli para que abriera una discusión profunda y humana con respecto a la economía y el cambio climático que fue muy esclarecedora. Elías habló claro y fuerte: el mundo se cae y estamos permitiendo que esto siga ocurriendo. Para finalizar, el rabino Skorka compartió algunas de sus reflexiones donde la Torá, la ciencia y la humanidad nos invitan a cuestionarnos y a aprender de la pandemia. El rabino comparte una gran amistad con el actual Papa, por lo que intercaló comentarios y aprendizajes que aplican para el mundo judeo-cristiano.
Estamos muy contentos con las aproximadamente 100 personas que participamos, en forma presencial e híbrida.
Limud tiene un rol fundamental en ayudarnos a detenernos, conocer e intercambiar experiencias y conocimientos, dándole un nuevo sentido a nuestro hacer y sentir; cuando más aprendemos es cuando nos relacionamos con otros, en las palabras de Martín Buber, cuando dialogamos con nuestros vecinos, con la naturaleza y con D’s sabremos cuáles son las decisiones correctas, los caminos a recorrer y la forma de alcanzar la felicidad.