Con estas palabras define Guila Bergstein, lo que significa para ella asumir su nuevo rol como Presidenta de la B’nai B’rith Chile.
“Sentí que era el momento en que podía y debía hacer algo diferente, aportando con mi experiencia profesional y mi formación de coach a B´nai B´rith, a la Comunidad Judía y por qué no decirlo, a la sociedad toda”, asegura Guila.
Vinculada desde pequeña a la vida comunitaria, conversamos con Guila, quien nos cuenta sobre su nueva participación y acerca de la gran labor que cumple B’nai B’rith Chile.
Guila, queremos conocerte ¡Cuéntanos un poco sobre ti!
Soy viñamarina, estudie en el Colegio Hebreo de Viña y luego Ingeniería en
informática en la Universidad Santa María. Mi papá era el Moré Bergstein (Z.L.), Director del Colegio Hebreo de Viña y Guía espiritual de la Comunidad de Viña. Mi mamá Annie Goldberg (Z.L.), la mejor mamá del mundo [¿quién no dice eso de la mamá ?], cariñosa, preocupada, excelente cocinera y buena compañera. Soy la menor de 3 hermanos, en pareja con Carlos Heller desde hace más de 13 años.
Mi pasatiempo preferido es viajar, creo que es una de las mejores formas de disfrutar la vida. Primero viajé mucho con amigas, luego por trabajo tuve la oportunidad de viajar también mucho y ahora con Carlos, es nuestro pasatiempo predilecto. También nos gusta mucho comer rico, compartir con amigos, ver TV y un hobby que saqué de mi mamá (me encanta) es hacer rompecabezas de miles de piezas.
Viviste en Viña del Mar ¿Cómo fue el cambio de vida comunitaria al llegar a Santiago? ¿Siempre estuviste involucrada en la participación comunitaria?
En Viña participé en Maccabi Viña (Janijá, Madrijá y miembro de la Mifkadá).
De una familia muy tradicionalista, en que los valores judaicos, la tradición
(Shabat y Fiestas Religiosas) y el Sionismo eran parte de mi vida; Maccabi fue mi gran conexión con el Sionismo. Mi sueño era hacer Aliá al salir del colegio; luego lo tuve que posponer para la salida de la Universidad, pero en ambos momentos no se pudo y después, la comodidad hizo que ese sueño se desvaneciera.
Al terminar la Universidad me vine a trabajar a Santiago en una empresa que
vendía sistemas, luego formé una empresa en el mismo rubro y posteriormente trabajé en una Consultora. El año 1994, entré a trabajar a Entel PCS como Gerente de Informática, responsable de la introducción y desarrollo de las plataformas de soporte de la Telefonía Móvil. Un ambiente extremadamente competitivo, en que cada día había que innovar para crecer y diferenciarse de la competencia.
Hace casi nueve años, Carlos me invitó a conocer B’nai B’rith, una institución de la cual poco sabía.
En B´bai B´rith me encontré con un grupo humano excepcional, en que la relación entre sus miembros muchas veces es casi más profunda que con la familia sanguínea.
Paralelo a mi ingreso, apoyé durante algún tiempo la labor de FOBEJU, para después en B’nai B’rith integrar dos Comités Ejecutivos sucesivos. Aún agradezco a Carlos por haberme invitado a participar en BB y por apoyarme en este nuevo emprendimiento.
¿Qué significa para ti asumir el cargo de Presidenta de la B’nai B’ rith y qué te motivó a asumir este nuevo desafío?
Asumir como Presidenta de B´nai B´rith es un gran honor, un desafío enorme y una potente responsabilidad. Después de tres años entre estallido social y
pandemia, en un mundo que cambió, y con él cada uno de nosotros. Las
instituciones debemos seguir ese cambio, reformular nuestros objetivos, caminos y destinos. Frente a la invitación que recibí,
Lo que está claro es que ese “hacer algo”, que sentí al recibir la invitación, no es ni puede llegar a ser una tarea individual, requiere siempre de un equipo sólido compuesto por un staff y un Comité Ejecutivo en que cada uno asuma responsabilidades y trabaje por el logro de objetivos comunes claros, realistas, pero también un poco soñadores.
¿Cómo está constituido hoy el Directorio? ¿Cuáles son tus principales
objetivos en tu nuevo cargo?
El Directorio está constituido por Roberto Fleiderman, Eduardo Zeldis, Vivi
Oppenheimer, Debora Trakinsky, Paula Burle, Elias Colodro, Exequiel Segall,
Alberto Seelenberger y Moises Müller – “los mejores”. Y cuando digo los mejores, no es en el sentido soberbio de títulos, grados académicos ni conocimientos técnicos, sino que lo integran aquellos “Valientes”, los capaces de aceptar un desafío que, si bien es gratificante, trae de la mano mucho trabajo, compromiso, sacrificio y tiempo, algo que en esta época pareciera escaso. Posterior a la pandemia, uno de los objetivos es reconectar y acercar nuevamente a los Hermanos a la Institución, y no solo a su Filial o grupo al que pertenecen.
Buscamos que cada uno se sienta nuevamente parte fundamental de BB, que se identifique y lleve a la práctica los principios y valores de la Hermandad, y aunque no sea fácil, que se comprometa con pasión y constancia en la participación en otros espacios tanto de B’nai B’rith como del ámbito comunitario y nacional.
Otro de los grandes desafíos del Comité Ejecutivo es formar alianzas, queremos desarrollar proyectos que permitan movilizar a las nuevas generaciones y nos visibilicen tanto dentro de la comunidad judía como en la sociedad toda.
Al pensar en alianzas con otras instituciones, se me viene a la mente 1 frase: “Solos podemos hacer poco, juntos podemos hacer mucho” (Hellen Keller). La decisión de hacer mucho por la comunidad y por la sociedad chilena, depende en gran parte de los líderes de cada una de estas instituciones, a quienes aprovecho de invitar a unir nuestras individualidades y características diferenciadoras, para trabajar humilde y coordinadamente por un bien común.
Apoyando la Educación Superior
Es casi imposible pensar en B’nai B’rith y no relacionarla con el programa ProBecas, el cual ayuda hace 26 años, a cientos de jóvenes a poder realizar sus estudios superiores.
B’nai B’rith, a través de ProBecas, no solo otorga parte del financiamiento de los estudios, sino que también apoyo personal a través de un grupo voluntario de mentores, y otras áreas formativas.
Guila cuéntanos un poco sobre B’nai B’rith Chile.
B´nai B´rith se establece en Chile el año 1936, con la instalación de la Logia
Pacífico. Nace teniendo como lema e inspiración el ideal de unir y apoyar a judíos inmigrantes en cada uno de los países en que se fueron estableciendo.
En Chile participan activamente más de 300 hermanos distribuidos en 11 filiales, actualmente todas funcionan en Santiago. Adicionalmente, contamos con un grupo de 100 hermanos aproximadamente, que no activan regularmente, pero participan en actividades que B´nai B´rith realiza para la toda la institución y/o aquellas abiertas a la comunidad.
¿Cómo funcionan las filiales?
Cada Filial funciona de manera independiente en el desarrollo de sus actividades individuales, ya sean estas de orden cultural, recreativo, social, etc. Se reúnen en forma semanal o quincenal, generan sus actividades, y aún más importante, se constituyen en aquella “familia elegida” para acompañarse muchas veces desde el comienzo de la vida adulta hasta siempre…En paralelo, y conformadas por algunos de los mismos integrantes de estas filiales y otros colaboradores, funcionan comisiones con tareas y objetivos específicos: Acción Social y su ayuda a necesitados material o espiritualmente; Probecas Universitarias: cuya misión durante los últimos 26 años ha sido ayudar a financiar los estudios superiores y acompañar por medio de tutorías a nuestros jóvenes; Archivo Judío de Chile: comisión que se encarga del resguardo y conservación de nuestra tradición y la
memoria de nuestros antepasados y Emet, quien centra su rol en la hasbará.
B’nai B’rith Chile forma parte y lidera el Distrito 27 de B’nai B’rith Internacional, el que abarca a las Filiales establecidas tanto en Chile como en Perú y Bolivia.
Actualmente funcionamos con una sede en la comuna de Vitacura, donde
contamos con un espacio cálido y modernamente acondicionado para un
agradable funcionamiento de nuestras filiales y grupos, el que, siguiendo con
nuestra idea de generar alianzas y unidad entre las comunidades e instituciones judías, compartimos con nuestros vecinos de las comunidades NBI y Beit Emunáh.
Conservamos aún nuestra característica sede de Avenida Ricardo Lyon, la que transformamos ya hace algunos años en un hermoso Centro de Eventos abierto, tanto a encuentros de nuestra fraternidad, como a eventos religiosos,
comunitarios, fiestas privadas, reuniones, matrimonios y capacitaciones
empresariales.
¿Cuál crees que es el sello distintivo de la B’nai B’rith en nuestra
Comunidad?
Nuestros miembros (Queridos Hermanos como nos llamamos entre nosotros),
provienen de todas partes, profesan variadas corrientes e intensidades religiosas y políticas. Pertenecen a distintas realidades socioeconómicas, culturales y sociales.
En nuestra Institución, nuestra Hermandad, reunimos todos los intereses para
ayudar a darles forma, y si hoy no lo hacemos con alguno de ellos, estamos
siempre dispuestos a trabajar en ellos, con la única condición de ser planteados con respeto, planificación y en concordancia con nuestra valórica misión y visión.
Nuestros principios rectores son la Benevolencia, Fraternidad y Concordia, valores universales que junto con nuestra amplitud de criterio y disposición constante al enriquecedor diálogo, nos permiten ofrecer un ambiente de transversalidad y pluralidad, donde desarrollar en plenitud los intereses personales y comunitarios en un marco judío, sionista, plural y filantrópico.
Somos pocos, es cierto, pero nuestra historia nos ha mostrado y demostrado que unidos podemos mucho más.
Nuestra misión estará siempre en desarrollo, adecuándose a las necesidades de los tiempos y condiciones en que vivimos, teniendo como horizonte el mejorar a través del trabajo comprometido, voluntario y desinteresado la cuota y parte del mundo en la que tenemos la inmensa suerte de habitar, así como aquella en la que aún lejana en territorio o cultura, podemos y tenemos la obligación ética y
moral de ayudar.
Guila cuéntanos sobre el programa de mentores…
Para apoyar la continuidad del Programa de Probecas de B´nai B´rith se requieren 3 partícipes: 1) Becados: Identificar jóvenes judíos que no cuentan con los recursos necesarios para optar a estudios superiores y que no están dentro de los círculos más conocidos (como son los 3 colegios judíos y/o las tnuot y/o las comunidades religiosas); 2) Mentores: Contar con profesionales que quieran asumir el rol de Mentores para apoyar a los jóvenes en el desarrollo de su carrera, como desde el punto de vista personal y de acercamiento al judaísmo; y 3) Fondos: Invitar a miembros de la comunidad toda a aportar con los fondos necesarios para dar continuidad a este programa y poder apoyar a todos los que lo necesiten.
Este 2023 la B’nai B’rith internacional cumplirá 180 años. ¿A qué le atribuyes su crecimiento y permanencia en el tiempo?
B’nai B’rith se fundó el año 1843 en Nueva York, basada en las enseñanzas del judaísmo y libre de todo dogmatismo. Posteriormente se instala en Canadá y Europa, con el gran objetivo de unir y apoyar a judíos inmigrantes en los países en que se fueron estableciendo.
Hoy en día, B’nai B’rith internacional es reconocida por ser una defensora del
Estado de Israel, apoya a los judíos en cada uno de los países que está
establecida, aporta al desarrollo de esos países a través de programas de acción social y promueve la defensa de los Derechos Humanos y lucha contra el antisemitismo.
B’nai B’rith está presente en más de 50 países del mundo y cuenta con cerca de 500 mil miembros.
Para conocer más sobre el programa ProBecas, lee el artículo de la B’nai B’rith en esta misma edición.