

Coronavirus, pandemia…
¡¡¡Uff!!!! De pronto nos vimos inmersos en un período de cambios que, de alguna forma, está afectando el estilo de vida, la salud física y mental y también los proyectos futuros de muchos
Al momento de cerrar -en marzo- las puertas de nuestra Comunidad, quisimos abrir inmediatamente las ventanas, para continuar con nuestras actividades. Fue así como se dio inicio al modo de teletrabajo, donde nuestros rabinos y staff administrativo comenzaron a trabajando diariamente por los socios y amigos, intentando entregar interesantes contenidos mientras “nos quedamos en casa”.
El foco, era mantener el vínculo y comunicarnos directamente con nuestros socios, preguntando una serie de inquietudes, entre ellas: qué están haciendo para hacer más llevadero este periodo tan lleno de restricciones.
Queremos compartir con ustedes algunas de sus respuestas…
Daniel Jana C.
“Vivo en casa junto a mi esposa, hija y suegra. Mi tiempo lo ocupo fundamentalmente con mi familia, aunque también ayudo a limpiar, ordenar y he arreglado pequeños desperfectos en la casa. Disfruto de la lectura ysigo haciendo ejercicio. Extraño concurrir a la Sinagoga los viernes y sábados, también al EIM a hacer gimnasia y a nadar a la piscina y, también se echa de menos el compartir con mis compañeros de oficina en las horas del café y almuerzo así como trabajar en mis proyectos de Ingeniería. He sentido muy cercana a la Comunidad, se comunican siempre con nosotros y nos ofrecen apoyo y trato de participar en las actividades comunitarias que se presentan en Zoom. He asistido a casi todos los servicios on line que se ofrecen y suelo leer el Jadashot que es un estupendo medio de comunicación entre nosotros”.
Juanita Durán G.
“Vivo con mi marido y mi hijo soltero, trabajo en mi casa, leo bastante, converso con mi familia y amigos por teléfono y disfruto de la música. Lo que más extraño son mis caminatas que suelen ser de unos 5 a 8 kms. diarios y asistir la Comunidad. Sin embargo, le he sentido muy cercana, dado que no me pierdo los comentarios de los rabinos, el servicio de Kabalat Shabat y me conecto por Zoom para las clases o alguna reunión. Estoy muy agradecida por su entusiasmo. Lo primero que quiero hacer cuando esto termine, es ir al hogar Cisroco, a ver a una amiga quien tiene a su hija en Israel. Ya son al menos dos meses que no han podido recibir ni siquiera a su familia.Sé que están bien cuidados, bien comidos, pero la parte afectiva está resentida, afectándolos anímicamente”.
Samuel Levy B.
“Paso mi tiempo en casa junto al celular, revisando Whatsapp, conversando con mis familiares y con otros profesionales de mi trabajo. He aprovechado de jugar bridge en el ipad y la televisión me acompaña mucho. Vivo con mi señora, un sobrino de México y la nana y lo que más extraño es estar con mi familia, especialmente con mis nietos, salir, hacer mi vida normal y retomar mis proyectos. Respecto de la Comunidad, no sigo los servicios habitualmente, pero me tranquiliza saber que siempre está cuando se le necesita en fiestas y penas”.
Eduardo Hadjes N.
“La verdad es que el día se me hace corto. Vivo con mi esposa Matilde y, como nunca, hemos compartido horas de interesantes temas, especialmente sobre el ayer, nuestros hijos y nietos, acontecimientos gratos y dolorosos y de cómo los habríamos resuelto hoy. Leo mucho, libros que esperaron a veces años. Escribo para la Comunidad en Facebook y estudio Torá. Extraño salir y hacer trabajos comunitarios y logiales que, por razones de salud, ya tenía suspendido desde hace tiempo. Por mi edad, (87) no salgo, y mis hijos y nietos, cuando me visitan, llegan hasta la puerta. ¡Nadie entra al departamento! Utilizo internet en todas sus formas y el celular, pero prefiero contactarme por medios naturales (hablar, escuchar y leer). Suelo hablar casi todos los días con mis hijos, nueras y nietos y me contacto con muchos amigos y parientes, en ocasiones vía Zoom. Colaboro a través de mis comentarios en la página de Facebook y leyendo los interesantes aportes de nuestros rabinos. He sentido siempre cercana a la Comunidad, es parte importante de mi vida y no me concibo sin mi pertenencia a ella”.
Elias Linetzky B.
“Vivo con mi pareja y mi perrita. Me dedico a ordenar, veo series en Netflix, y estudio portugués. Extraño mucho no ir a mi departamento en la playa, y no salir a comer a restaurantes y fiestas con amigos. Hablo generalmente con mis hermanos y a la Comunidad la he sentido muy cercana, leo siempre el Jadashot porque es entretenido e interesante. Participo en algunas charlas, clases y eventos y hago clases de gimnasia que ofrece el EIM. Extraño viajar fuera del país. Esta pandemia es una gran amenaza para la humanidad, siento que sin duda todo cambiará por lo que aprovecho de enviarles un gran abrazo virtual a todos”.
Marcelo Mordoj A.
“Vivo solo y ocupo mi tiempo trabajando, aunque he aprovechado también de hacer arreglos en el departamento. Hablo frecuente mente con mis hijos y amigos. Extraño mucho hacer deporte al aire libre por lo que creo que lo primero que haré cuando esto termine es salir a ejercitarme y tomar un par de shops con amistades. He sentido muy cercana a la Comunidad, especialmente por los por los Shabatot y suelo leer el Jadashot, me agrada, tiene de todo y, además se recuerdan los cumpleaños. Envío a la Comunidad un gran saludo y cariños para todos”.
Nelson Katanella S.
“Vivo solo y hablo bastante con Sonia, mi pareja, con mis hermanos, amigos y con compañeros de distintas actividades. Leo bastante, veo series y películas en Netflix, cocino, limpio mi departamento y en general me mantengo bien ocupado. Me gusta salir y pasarla bien por lo que extraño salir a comer, tomar café con amigos, ir al cine, al teatro y a las reuniones de B’nei B’rith. Una de las primeras cosas que haré, una vez que pase todo esto, será visitar en el Hogar de ancianos a mi querida tía Rebeca Saúl. Soy de ir los viernes a la sinagoga y, aunque un par de veces me he conectado a Facebook para seguir el servicio, no es lo mismo. ¡Siento que después de esta pandemia, todo cambiará, ya nada será igual! No sé si mejor o peor, pero igual NO”.
Claudia Bitrán P.
“Vivo con mi marido y mis dos hijos. Trabajo desde la casa y, como soy profesora, ha sido muy intenso, aunque me he dado el tiempo para hacer algunas cosas que me gustan como tejer. Extraño abrazar a mi familia, mis amigos y el contacto presencial con los jóvenes a quienes hago clases. Hablo frecuentemente con mi mamá, mi tía, mi familia en general y con mis amigos. Siento a la comunidad muy cercana, me llegan mails, whatsapp, videos de los rabinos, invitaciones a Shabatot, llamadas telefónicas para saber si nos encontramos bien, y un largo etcétera. He participado de los Shabatot y ví “Ana Frank”, donde actuaba mi papá lo que fue una enorme emoción. Lo primero que haré una vez que esto pase, es ir a la casa de mi mami, juntarla con su hermana y hacer una gran reunión familiar con mi hermano, mi prima y sus respectivas familias, para darnos todos los abrazos que tenemos pendientes”.
Todos quisieron enviar sus saludos a la Comunidad y algunos, fueron aún más allá enviándonos un par de mensajes que dan para pensar: como el de don Eduardo Hadjes quien nos comentó: “A mi querida Comunidad y cada uno de sus integrantes, incluidos los que no conozco, quiero decirle que hoy, más que nunca, debemos mantener la fé en Hashem. Nada de lo que vivimos y nos suceda, es sin un motivo, aun cuando nuestras limitaciones humanas, no nos permitan comprender. Igualmente, debemos valorar la función comunitaria y lo importante que es para la mantención de nuestro acervo judío”.
Finalmente un mensaje inspirador como el de Juanita Durán: “Nunca pensé que viviría algo así. Es algo nuevo que los científicos están recién conociendo. Creo que ha habido pestes peores, pero sólo las conocí por los libros de historia. También creo que destrozará las economías de los países. Sin embargo, a pesar de todo lo malo, creo también que ha tenido cosas positivas. Este mundo tan contaminado, se ha limpiado. Ojalá salgamos de esto, siendo mejores personas. Para vivir, necesitamos menos cosas, debemos ser más respetuosos con el otro. Son muchos los aspectos que nos invitan a reflexionar. Definitivamente, no somos los dueños del mundo”.