NBI

¡Jalatón Comunitaria!

Cocinar es algo a lo que nuestro pueblo ha sabido darle relevancia. Y si es Jalá, mucho más aún. Si bien decimos que ‘no solo de pan vive el hombre’ (Devarim 8:3), el mismo es producto de la naturaleza (la que proporciona los elementos) y la mano del ser humano (para procesar los diferentes ingredientes) y así poder elaborar el pan, la madre de todos los alimentos.

Todo encuentro esperado genera ansiedad en sus protagonistas. Todo aquello que esperamos tener produce una sensación de presión en nuestro interior que cuando se libera, genera una catarata de sentimientos que no siempre podemos controlar. La experiencia de la pandemia, la aislación y el distanciamiento, la falta de contacto y la incertidumbre, sin haber desaparecido, parecería estar cediendo lugar a un nuevo período. Me animo, con riesgo a equivocarme, a llamarlo post pandemia.

Estas dos experiencias confluyeron en la NBI, a días de comenzar un nuevo año.

Una hermosa Jalatón reunió a ciento cuarenta almas sedientas de encontrarse, abrazarse, mirarse a los ojos, y compartir la hermosa vivencia de elaborar con nuestras propias manos, el alimento que nos acompañará en Rosh Hashaná.

Guiados por Moni Bloch en la cocina, inspirados en el sonido del Shofar que dio inicio a la actividad, acompañados en la voz de Paulina Collarte en un espacio musical, y bajo el alero de nuestro Centro Familiar Comunitario Mina Pincus Z’L, nos volvimos a encontrar en comunidad.

Junto con el apoyo de socios y amigos de nuestra comunidad para poder llevar a cabo esta experiencia, dimos un paso importante hacia lo que vendrá: Reunirnos y vivir la experiencia de compartir los Yamim Noraim. Vivimos una jornada a pleno donde el ruido de las voces que se escuchaban no resultaba algo incómodo sino que era el reflejo de la necesidad de todos de poder volver a vivir esta experiencia.

Nuestras manos se encontraron no solo con la materia para elaborar sino con otras manos que anhelaban volver a entrelazarse.

Volver a encontrarnos para percibir, como dice la Torá, que ‘no solo de pan vive el hombre, sino de todo lo que sale de la boca de D’s vive el hombre. Y agrego desde lo personal, de la experiencia de compartir con otro, vivimos.

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