Por Max Baron, de Keren Hayesod Chile
La década de los años 20’, marca un momento crucial para el desarrollo de la vida judía global. Este periodo enmarca el nacimiento institucional de las primeras organizaciones dedicadas a la planificación y ejecución de estrategias para la consolidación de Eretz Israel. Por una parte, en el Congreso Sionista realizado en Londres en el verano de 1920 se funda Keren Hayesod con el objetivo de proporcionar los recursos necesarios que posibiliten el regreso de los judíos a Israel, conforme a lo establecido por la Declaración Balfour en 1917. Por otro lado, en el Congreso Sionista de Zurich de 1929 se crea la Sojnut (Agencia Judía) con la principal misión de ser el organismo encargado de facilitar el desarrollo económico, la integración y la absorción de los nuevos inmigrantes que lleguen a Israel.
Ambos organismos son aliados estratégicos en el establecimiento y la construcción continua que materializó el sueño colectivo por la creación de un estado judío y las labores que lleva a cabo cada institución son de vital importancia para nuestra seguridad.
Así, hoy en día, Keren Hayesod y la Sojnut son reconocidas formalmente como Instituciones Nacionales por la Knesset y son el vínculo más poderoso entre los judíos del mundo y el Estado de Israel.
Keren Hayesod es la principal fuente económica para el financiamiento del presupuesto de la Sojnut y la Sojnut es la encargada de canalizar estos fondos para lograr las siguientes metas: Alía, rescate y absorción de nuevos Olím, desarrollo de las regiones periféricas de Israel mediante el fortalecimiento de lazos con las comunidades de la diáspora, y, la implementación de proyectos socio/educativos que vayan en línea con el permanente reforzamiento del sionismo y la continuidad judía.
A la fecha, nuestro trabajo le ha abierto las puertas a cerca de 3.400.000 inmigrantes.
Hemos sido agentes clave para el aseguramiento de una infraestructura adecuada que permita el desarrollo del Estado de Israel, pero por sobre todas las cosas, logramos plasmar en el imaginario colectivo el hecho de que cualquier judío del mundo, independiente de sus condiciones, siempre va a contar con las posibilidades para poder vivir en Israel.
De esta manera, gracias a la solidaridad de la comunidad judía global, seguimos construyendo una sociedad mejor dentro y fuera de Israel. Sin la ayuda permanente de todas aquellas personas que confían en nuestra labor, ninguno de los logros previamente mencionados hubiera sido posible y el sueño de consolidar un estado fuerte que otorgue seguridad a nuestro pueblo continuaría siendo parte del mundo de los sueños. Ya sea por medio de la recaudación que realiza Keren Hayesod, o bien, por la ejecución que lleva a cabo la Sojnut por medio de los fondos que se le otorgan, nos sentimos extremadamente orgullosos del trabajo conjunto que hemos realizado.
Contar con un socio estratégico como la Sojnut ha significado que nuestros méritos y logros estén grabados en el suelo de la patria y atesorados en el alma de la nación.
Sentar las bases para la construcción y posterior fundación de un país no necesariamente explica la forma en como sus habitantes se van a desarrollar en el tiempo. En este sentido, no solamente hemos contribuido al aseguramiento de nuestra existencia, sino que también, hoy en día, participamos activamente en la consolidación de una sociedad modelo a nivel global. Todos los que lideran y apoyan nuestra labor han jugado desde el principio un papel crucial en esta gran saga moderna del Pueblo Judío, y ustedes tienen una gran parte en nuestra satisfacción y nuestro orgullo actuales.
Gracias por participar en la redacción del capítulo más importante de la historia de nuestro pueblo y continuar creyendo en nosotros.
