En el último tiempo hemos experimentado en la sociedad una sensación de instabilidad e inseguridad, la cual se expresa muchas veces en las noticias que se anuncian en los medios de comunicación. Desde hace algunos años estamos experimentando situaciones de incertidumbre, dadas por cambios sociales, inseguridad y delincuencia, el peso de lo que ha sido la pandemia, entre otros factores.
Por lo mismo, han aparecido diferentes estudios y artículos que recomiendan buscar instancias de calma y seguridad en medio de la inestabilidad. Desde ahí, la contención emocional, pero también el generar espacios de confianza y seguridad cobra un rol importante en todos nosotros y especialmente en los grupos más vulnerables, como son los adultos mayores.
La contención emocional, en este sentido, es como una “sujeción afectiva” que da estabilidad y tranquilidad a la persona mayor, disminuyendo el temor y fomentando la salud psicológica y emocional.
Se hace necesario entonces, para acompañar y contener emocionalmente a las personas mayores la escucha activa de sus inquietudes, de manera de permitir la expresión de sentimientos en torno a cómo se vivencia la situación, con una actitud empática pero ajustando también los temores e inquietudes para no generar mayor ansiedad.
Psicólogos y expertos recomiendan en la medida de lo posible, mantener la rutina diaria en torno a las actividades de la vida cotidiana, pero también respecto a otras actividades que permiten el sano uso de tiempo libre. Esto da estabilidad, regularidad y a la larga, la sensación de seguridad.
A su vez, el estar acompañados permite, por una parte, compartir experiencias, pero también ayuda a darse cuenta que “no están solos”, que lo que a cada persona le pasa no es una situación única, sino que otros comparten y sintonizan con las emociones.
Así también, junto a la expresión de las inquietudes, idealmente se debe buscar reconocer las emociones negativas que se puedan estar sintiendo, y si es necesario pedir ayuda profesional, poder hacerlo, evitando con ello, diversos trastornos que pudieran generarse.
En CISROCO procuramos continuamente acompañar a nuestros residentes, por medio de las psicólogas de la institución, pero también con el apoyo de todo el equipo de salud, de manera de detectar cambios anímicos, de personalidad u otros signos que den cuenta de mayor ansiedad.
Al respecto también, nuestros grupos de voluntarias, regularmente llevan una sonrisa a cada persona, así como nos proponen nuevos espacios de escucha y entretención con los adultos mayores, entregando la certeza de la compañía y el apoyo constante.
Por su parte, la familia juega un rol clave, por lo cual aumentar la frecuencia de visitas y encuentros familiares, disminuye la preocupación de los adultos mayores y aumenta los sentimientos positivos de los residentes.
Porque sabemos que el mantenimiento de la rutina diaria de la forma más cotidiana posible fomenta la estabilidad, en la residencia favorecemos que las personas mayores usen sanamente su tiempo libre mediante talleres y actividades regulares y extraordinarias.