SHALOM

La historia de un milagro

Jánuca es conocida como la fiesta de los milagros. Celebramos la victoria del pueblo judío frente a los griegos y el milagro de que el aceite que debía durar un día, permaneció ardiendo durante ocho. Jánuca es el momento para recordar y reforzar nuestra emuná, confiar en que podemos superarnos y tener la esperanza de que los milagros existen.

Recordando la historia

En la antigua época del Segundo Templo, aproximadamente en el Siglo 2 AEC, el régimen griego-sirio, liderado por Antíoco, intentaron terminar con el judaísmo, prohibiendo las tradiciones judías más importante como la realización del Brit Mila, comer Kasher, casarse en la Jupá, cumplir Shabat y el estudio de Torá. En ese entonces se había decretado ilegal la observancia de las leyes y tradiciones judías, poniendo en extremo peligro la vida de los judíos y comenzando poco a poco una gran asimilación.

El gran imperio griego logró helenizar a muchos judíos, sin embargo, un pequeño grupo con mucha fuerza y emuná, liderados por Matitiahu y su hijo, Yehuda el Macabeo, levantó una rebelión contra el ejército griego. Miles de tropas griegas, perfectamente armadas, se lanzaron contra este pequeño grupo de yehudim, llamados “Los Macabeos”, sin armas, ni posibilidad alguna de ganar la batalla. Sin embargo, un gran milagro ocurrió y los Macabeos lograron triunfar y expulsar a todos los griegos del Beit Hamikdash.

Con mucha emuná, – fe – encendieron la Menorá y en vez de durar solo un día, la llama duró ocho. Por este motivo, encendemos la Janukiá cada año para agradecer y recordar este hermoso milagro e iluminar nuestras casas con tradiciones judías.

Jánuca es un tiempo especial para reforzar nuestra emuná en Hashem y en nosotros mismos. A su vez, es un momento para detenernos de nuestra rutina y poder agradecer los pequeños grandes milagros que tenemos en nuestras vidas: poder respirar, ver, caminar, escuchar; el milagro de que el sol se oculte cada atardecer;  que la naturaleza siga su curso, y que tengamos la oportunidad de vivir como judíos cada día.

¡Jánuca Sameaj!

¿Sabías que…?

Sevivón, sevivón sov sov…

Una de las costumbres de Jánuca es jugar junto a la familia y amigos al Sevivón o también conocido como Dreidel. ¿Pero qué significa realmente este juego?

Cada uno de sus lados tiene grabada una letra en hebreo – nun, guimel, hei y shin – iniciales de la frase “Nes Gadol Haiá Sham” (un gran milagro ocurrió allí). Antiguamente, los niños judíos jugaban al Sevivón para engañar a los soldados griegos. Cuando Antíoco dictaminó que estaba prohibido el estudio de Torá, se formaron escuelas clandestinas de enseñanza de Torá oral, en donde los padres le enseñaban a sus hijos. A pesar de que corrían peligro de vida, mantener las tradiciones judías era más importante. Cuando llegaban los soldados a las escuelas, todos los niños sacaban unos juguetes similares a los sevivonim, y se ponían a jugar. Milagrosamente continuar con su identidad los protegió y los aprendizajes de Torá de esa época se transmitieron de generación en generación.

Recetas tradicionales de Jánuca

Luego de encender la Janukiá, no puede faltar el dulce sabor de latkes y sufganiot comida típica de esta festividad ya que tienen mucho aceite, para recordarnos el milagro de la vasija que ardió durante ocho días.

Les compartimos dos recetas del libro 100 años de tradición y sabor de WIZO, para que puedan cocinar y disfrutar en familia.

 LATKES:

Ingredientes:

  • 6 papas grandes peladas y ralladas gruesas
  • 1 cebolla mediana rallada muy finita (opcional)
  • 2 huevos grandes
  • 1 cdta.de sal
  • Pוmוenta negra recién molida a gusto
  • molida a gusto
  • 2 cdas. de pan rallado ס
  • Harina de matzá
  • Aceite en cantוdad necesarוa para freוr
  • Crema ácida o puré de manzana para servir

Preparación:

ו. Rallar las papas a mano o con el disco rallador de una procesadora de alimentos. Ponerlas en agua hasta que se usen. Escuדוirlas.

2. Rallar la cebolla chiquita y unirla a las papas.  Escurrir la  mezcla sacando el lוquido, dejándola lo más seca posible.

3. Precalentar el horno a 100 °C.

4. En un bol grande, batir los huevos ligeramente con la sal, la pimienta y el pan rallado o la harina de matzá, añadir a la mezcla de papas y cebolla. Dejar reposar 10 minutos.

5. Colocar aceite en un sartén grande y profundo, suficiente para cubrir el fondo (2.5 cm) a fuego medio. Cuando el aceite esté caliente, verter la mezcla de papas del tamaño deseado en el sartén. Aplastar suavemente hasta que tenga forma de disco. Cocinar hasta que se dore por ambos lados, 10 minutos aprox.

6. Escurrir los latkes en papel absorbente y mantenerlos calientes en el horno hasta que todos estén terminados.

7. Servir caliente, con crema ácida o puré de manzana.

SUFGANIOT

Ingredientes:

  • 180 ml de leche entera tibia
  • 2 cdtas. de levadura seca
  • 55 g de azúcar granulada
  • 1 huevo
  • 330 g de harina sin polvos de hornear.
  • ו de esencia de vainilla
  • 55 g de mantequilla sin sal ס margarina, a temperatura ambiente
  • Aceite para freír
  • Azúcar flor para espolvorear

Preparación:

1- Unir en un bol la harina, el azúcar, el huevo, la vainilla, la mantequilla y la levadura.

2- Incorporar la leche y batir hasta que todo esté integrado. Sacar la masa del bol y poner sobre un mesón enharinado. Sו está pegajס­sa, agregar un poco de harina hasta que quede suave.

3- Dejar reposar en un bol con un poco de aceite y cubrir con fוlm plástico por I hora o hasta que doble su tamaño.

4- Cortar la masa con un uslero hasta que quede aprox. de 4 mm de espesor.

5- Cortar la masa con un cortapasta en  circunferencias de 8 cm. En una fuente  previamente cubierta con papel mantequוlla, dejar  reposar nuevamente por I hora o hasta que doblen su tamaño.

6- En una olla con abundante aceite caliente, freír las sufganiot por ambos lados, luego sacarlas y dejarlas en una fuente con papel absorbente. Hacer un corte en la mitad, sin llegar hasta el fוnal, dejando un trozo sin cortar. Abrir suavemente las  sufganiot para וntroducוr una boquilla y rellenar con  mermelada, manjar, crema de avellanas ס cualquוer relleno que desee.

7- Espolvorear con azúcar flor.

¡A disfrutar de un rico e iluminado Januca!

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