La realidad que vivimos nos brinda un oportunidad de crecer como familia y como personas
Publicado el: 05 / 06 / 2020

La pandemia ha significado un quiebre en las rutinas de alumnos y familias de casi todo el mundo como en todos los momentos evolutivos, impactando en lo emocional y relacional tanto de niños como adultos. Para todos, ha implicado una reorganización en la forma de vida y la puesta en acción de recursos personales y familiares relacionales para ello.

Claramente este escenario tiene un lado de preocupación, ansiedad, incertidumbre y cansancio.

Pero también este momento puede ser una oportunidad de estar, organizarnos diferente y también compartir.

Y eso es lo que el Instituto Hebreo, a través de su Unidad de Apoyo Pedagógico (UAP), quiere transmitir a las familias. Esto último muchas veces es difícil de vivir, pero visualizarlo es aliviador y ayuda a estar mejor.

Como colegio sabemos que el día a día es difícil para los adultos, por la multiplicidad de roles, preocupaciones y tareas que cumplir. Para los niños y jóvenes también, en lo suyo y a su medida, en ámbitos diversos como lo escolar, afectivo y social. En esta entrevista, Ana María Sáenz, coordinadora de la UAP del Instituto Hebreo, comparte algunas reflexiones y los principales desafíos que el equipo de psicólogas y psicopedagogas del colegio tiene en este contexto.

¿Cómo el Hebreo aborda la dimensión emocional en este escenario? ¿Cuál es el mayor desafío?

– Como unidad de apoyo pedagógico (UAP) somos un equipo comprometido con la salud de toda la comunidad educativa. Por eso, estamos acompañando a nuestros niños/as, jóvenes y padres en este momento, especialmente aquellos que más lo necesitan. De acuerdo a las edades, nos hemos contactado con padres, niños/as y jóvenes para saber de ellos y hemos continuado en comunicación con aquellos que lo han requerido utilizando el correo, teléfono y reuniones por Zoom.

Hemos continuado apoyando en los aprendizajes, especialmente en este momento que para varios estudiantes el proceso de aprendizaje virtual les ha sido más complejo.

Estamos en permanente contacto con los morim y de forma colaborativa se busca generar las mejores condiciones de apoyo y contención para los talmidim. Es así como los Consejos de Curso se consideran espacios de gran valor para contribuir a la integración y vinculación en los cursos, expresión y contención de necesidades afectivas, de distensión y bienestar individual y grupal.

Los morim han sido personas clave, mostrando una gran disposición y creatividad para generar acciones de apoyo.

 

Nuestro sitio también quiere ser un espacio de acompañamiento y aporte para nuestros padres y estudiantes.

En la actualidad y en lo que estamos viviendo, como UAP tenemos dos desafíos muy importantes: acompañar a todos quienes lo puedan necesitar y constituirnos en un apoyo efectivo, respetuoso, flexible y especialmente empático para cada persona y/o familia de nuestra comunidad. Hemos cuidado apoyar respetuosamente y que las familias perciban nuestra disponibilidad.

¡Esperamos con mucha fuerza estar cumpliéndolos!

¿Cuáles son las preguntas o situaciones por las que los papás llegan a la UAP en este contexto?

– Los papás se han contactado y han respondido a nuestros mensajes de manera dedicada, planteando inquietudes con respecto al bienestar emocional de sus hijos, apoyo a los hijos/as en la organización y respuesta a las tareas escolares como también para expresar lo difícil de la organización de la vida familiar en estos momentos.

Ha habido un proceso de adaptación en el tiempo, reportando los padres sentirse más organizados en este momento, especialmente en familias de niños más grandes.

¿Qué es lo esencial para comunicar a las familias del colegio en este momento?

– Estamos en un período que nos enfrenta a continuos desafíos y donde existe incertidumbre. La pandemia nos ha hecho encontrarnos junto a nuestros hijos/as en casa y nos ha llevado a mirar nuestras prácticas de crianza, los vínculos que hemos construido y el apoyo que podemos brindarles en muchas áreas: académica, afectiva, social y formativa.

La realidad que vivimos nos interpela y nos brinda una oportunidad de revisar y crecer como familia y como personas.

Nos invita a acompañar a nuestros niños, ayudarlos por ejemplo a procesar sus emociones, contenerlos frente a las frustraciones y enseñarles a expresar lo que sienten. A ser respetuosos con las diferencias que existen al interior de nuestras familias y así con los otros, arreglarnos para organizarnos y cultivar un espacio saludable y de bienestar para todos valorando el encuentro, el disfrute, la recreación a la vez del silencio, el descanso y los momentos de paz.

En este sentido, una de las formas de sostener a nuestros niños y a nosotros mismos, es establecer regularidades y rutinas.

A través de estas prácticas que ordenen la vida, encontramos certidumbre en medio de la incertidumbre, ahorramos la energía que se invierte en planificar cada momento y podemos disfrutar de los momentos libres sin pendientes que nos hacen sentir preocupados y angustiados. En la actualidad estas regularidades pueden ser diferentes, porque han sido retocadas o totalmente modificadas, pero son las que nos permiten organizarnos y proveer de bienestar: horarios de levantarse y sueño, de comidas, de clases y tareas escolares, distribución de las labores de casa (de acuerdo a cada edad, los más pequeñitos también pueden colaborar), de trabajo, momentos de distención, a modo de ejemplos.

Además de la mantención de rutinas, es muy importante la contención emocional validando los afectos y haciendo una lectura “de buzo” o “aviador”, buscando comprender que hay bajo o más allá de un llanto, un enojo, una pataleta, una intensa reacción. Nos pueden informar de la necesidad de seguridad y protección. Podemos mostrar que entendemos la pena, el enojo o el temor y abrir la conversación de lo que sentimos y pensamos.

Es aliviador poder expresar y sentir comprensión.

Es necesario compartir información de lo que está ocurriendo, filtrada y adecuada a la edad, cuidando y reduciendo la exposición a los medios de comunicación. Acompañar la información con mensajes de esperanza, de optimismo y realidad, que va a tomar tiempo y que hay muchas personas trabajando para encontrar la solución. Que todos en la familia se están cuidando y que por eso están en casa.

En lo posible todos los días, realizar actividades en conjunto, agradables y entretenidas. Nada tan especial que requiera de gran planificación ni esfuerzo, pero sí con el objetivo de compartir y pasar todos, niños, jóvenes y adultos, un buen momento. Las horas de comida son un buen espacio para compartir. Practiquen ejercicios, hagan relajación, canten, bailen o jueguen, conversen de lo profundo y de lo liviano, compartan.

Especialmente los adultos, mantener la tranquilidad y tener presente cuidar también la propia salud y bienestar. Los hijos/as son sensibles a lo que nos pasa. Les podemos comunicar que estamos cansados, que también nos preocupa lo que está ocurriendo, pero debemos ser cuidadosos y muy prudentes en lo que compartimos. Muchas veces ellos quieren vernos bien y se hacen cargo de nuestro sentir.

¿Qué tipo de apoyo puede encontrar una familia o un alumno en el portal web de la UAP, creado especialmente en este contexto?

– Pueden encontrar temas de apoyo para los padres en el ámbito pedagógico, acerca de estrategias para el trabajo en casa, estimulación de algunas áreas del desarrollo (lenguaje, pensamiento, creatividad, promoción de la lectura) y para la familia, sugerencias de acompañamiento para distintas edades, acerca del agotamiento parental y formas de enfrentarlo y para apoyar la regulación emocional en la interacción con los hijos/as.

Encontrarán además actividades de relajación para que realicen los niños y/o en familia y algunos juegos. El sitio está en constante renovación, existiendo en este momento más recursos para los padres y niños del Gan y E. Básica. Queremos avanzar para contar con más material para todas las edades.

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