JUVENTUD, SHALOM

Nathalie Espinoza: “Contamos con un capital humano inmenso dedicado a educar en pos de la continuidad del pueblo judío”

 Así lo asegura Nati Espinoza, estudiante de psicología de la UC y Coordinadora de Derej, quien con solo 22 años, está revolucionando el escenario de las Tnuot en Chile.

“Cuando acepté el cargo de coordinadora de Derej fue una oportunidad increíble de poder ocupar mi tiempo en las dos vocaciones más grandes que he tenido hasta ahora, la psicología y la tnuá.  Estuve toda mi vida en tnuá y siempre fue una parte fundamental de mi identidad, tanto de janijá como madrijá”, asegura.

 ¿Qué es Derej?
Derej es una institución que tiene como objetivo ser un puente de comunicación entre las tnuot en Chile facilitando el diálogo entre ellas de manera respetuosa e incentivando su progreso conjunto. A su vez, cumple la función de representar a las tnuot frente a las instituciones que conforman la Comunidad Judía de Chile y frente a otras entidades internacionales, con el fin de ser un apoyo para su crecimiento y desarrollo como centros de educación no formal.

¿Cuál es su objetivo?

A largo plazo nos gustaría ser un centro de referencia de educación no formal para la juventud, las tnuot y para las demás instituciones de la Comunidad Judía en Chile.

¿Qué te motivó a asumir el cargo de Coordinadora de Derej?

Coto (el ex-sheliaj) me contactó para presentarme un proyecto que estaba preparando luego de varios años viendo cómo funcionan las tnuot acá en Chile. Me pareció admirable que en su último año de shlijut quisiera crear una institución de cero, en especial con tnuot, que creo todos sabemos, es un terreno complicado.

Pocas veces he sentido un amor tan grande como el que sentí por mi tnuá y al imaginarme como Coordinadora de Derej, me di cuenta que si bien, es cierto que hay muchas particularidades de mi propia tnuá que me encantaban, más bien amaba la idea general de la tnuá, lo social, lo educativo y su lucha por la continuidad. En ese contexto, sentí que era un cargo ideal para mi y que podía sacar el proyecto adelante junto con Coto.

¿Cuáles son tus objetivos para este año?

Mis objetivos para este año tienen que ver con poder establecer a Derej como una institución fuerte dentro de la comunidad.

Que a lo largo del año más madrijim puedan saber de nuestra labor, participar de nuestras actividades y marcar un precedente de unión entre las tnuot después de tantos años.

Espero poder graduar a la primera generación de nuestro “Curso de Liderazgo”.

¿De qué manera crees que Derej puede impactar en la vida de los madrijim y janijim de las tnuot en Chile?

Creo que Derej ha marcado un antes y un después en lo que es la colaboración y trabajo conjunto entre las tnuot, luego de muchos años donde la competencia e individualismo primaban. Yo muy pocas veces tuve la oportunidad de compartir con madrijim/ot de otras tnuot en un contexto no competitivo y creo que crear instancias donde los jóvenes de distintas tnuot (y por lo tanto, colegios, ideologías, círculos sociales, etc.), se puedan conocer, compartiendo ideas y recuerdos de la tnuá, es fundamental.

En mayo participaste del Congreso de Liderazgo Tnuati en Argentina, representando a Chile junto a otros 12 jóvenes chilenos. ¿Cómo ves a las tnuot de nuestro país en relación a las otras de sudamérica?

Creo que las tnuot en Chile tienen un potencial enorme, al igual que en el resto de los países del Cono Sur. La gran mayoría de los niños, adolescentes y jóvenes judíos participan activamente de alguna tnuá, algo envidiable para otros países.

Contamos con un capital humano inmenso dedicado a educar en pos de la continuidad del pueblo judío y crear mejores personas, a través de proyectos basados en valores como Tikún Olam.

En base a lo anterior, creo que Chile se posiciona con una fuerza indiscutible en el mundo tnuati.

¿Cómo es la relación de las tnuot con el resto de las instituciones comunitarias?

Ahora que existe Derej, he sido testigo de la motivación de las demás instituciones por colaborar con las tnuot. Existe un reconocimiento incipiente por la gran labor que las tnuot realizan, más aún luego de sobrevivir la pandemia y ser uno de los apoyos emocionales fundamentales de los janijim/ot.

Espero que con el tiempo, este reconocimiento a las tnuot, que se ha comenzado a instalar recientemente, no solo se mantenga, sino que se traduzca en en acciones.

¿En qué crees que aporta la vida tnuatí a los jóvenes y niños?

Me cuesta pensar en algo en lo que no aporte. A nivel social es un recurso enorme para que puedan desenvolverse y relacionarse con personas diversas, ya sea en cuanto a edad, personalidad, intereses, etc. A nivel emocional, las tnuot fomentan el desarrollo personal a través de peulot que invitan a la introspección y reflexión sobre sus valores, sus relaciones interpersonales, sus afectos y sus ideas; convirtiéndose en un espacio muy único dentro de la rutina. Esta acción de reflexionar, a su vez, los une mucho más entre ellos y de forma mucho más profunda, ya que comparten emociones de manera muy íntima. A nivel ideológico/religioso, las tnuot aportan un marco judío en el que los niños y jóvenes se puedan educar de manera no formal, aprendiendo a través de la experiencia, algo que los marca en mayor profundidad.

La tnuá los estimula a formar una opinión y modo de vivir su judaísmo y sionismo, enseñándoles la importancia del compromiso por un ideal, el trabajo en equipo, la responsabilidad y la amistad.

¿Qué te marcó en tu vida como janijá? ¿Y madrijá?

Como janijá, lo que más me marcó fueron ciertas madrijot que aportaron a formar un amor indescriptible por mi tnuá desde muy chica. Creo que ese siempre fue mi “secreto” para mantenerme motivada y activa, independiente del año en el que me encontraba o el cargo en el que estaba, siempre lograba conectarme con ese amor que formé. Una vez siendo madrijá, me marcó mucho poder vivir la tnuá desde la otra vereda, en donde depende de nosotros, los madrijim, que los janijim puedan sentir esa conexión con la tnuá. Mis janijot marcaron mi vida y lo siguen haciendo a diario, verlas crecer y dirigir a sus propias janijot es muy emocionante.

Es increíble ver cómo a pesar de la pandemia, la tnuot continuaron activando, se fortalecieron y fueron un pilar de apoyo fundamental para los jóvenes. ¿Qué mensaje te gustaría enviar a los madrijim?

Efectivamente las tnuot fueron un pilar fundamental para los jóvenes durante la pandemia, algo que nos impresionó a todos. El sacrificio por mantenerse en pie fue enorme y creo que de a poco vamos viendo los efectos de eso. Por esto, primero que nada, me gustaría transmitirles mi profunda admiración por el trabajo y energía dedicada. Comunicarles que son extraordinarios por elegir perseverar ante la adversidad y poner a los janijim siempre como prioridad. Al mismo tiempo, creo que es importante que dediquen tiempo a ustedes mismos, ya que, su bienestar es necesario para el funcionamiento de la tnuá.

¿Cómo esperas ver a las tnuot en 5 años más?

Espero ver a las tnuot aún más fuertes de lo que están, más conocedoras de las herramientas y recursos que tienen a nivel internacional, y más reconocidas a nivel comunitario.

Espero también verlas más unidas, más amigas, conscientes de sus particularidades pero en especial de sus similitudes.

  • La peulá que más te marcó como janijá: Una de los sueños, en escuela.
  • Tu juego favorito: Yo tengo un número.
  • El madrij/a que nunca olvidarás: Imposible elegir solo a una… La Tamy Schonberger, Nati Avayú y Yael Sherling.
  • Mejor majané y por qué: Ambos majanot en los que dirigí kvutzot son los que más recuerdo y atesoro.
  • Una anécdota que nunca olvidarás como madrijá: Cuando le entregué unos cintillos a mis janijot.
  • Majané en carpa o cabaña: ¡CABAÑA!

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