Nos llena de orgullo saber que cada niño se sintió considerado, apoyado y querido por sus profesores
Publicado el: 12 / 05 / 2020

Sabemos que este sistema no es el ideal y que aún nos falta mucho por aprender, sin embargo, el profesionalismo, compromiso y cariño por parte de toda nuestra comunidad educativa, han hecho de este homeschooling una experiencia muy enriquecedora.

Sabíamos que las consecuencias de la llegada del virus al país se veían venir, por lo que la semana anterior al 16 de marzo -cuando se dictó la medida de suspensión de clases presenciales- ya habíamos comenzado a prepararnos. Anticipándonos al anuncio, cancelamos todas las tareas administrativas de nuestro equipo docente, con el fin de que pudieran dedicarse a generar y seleccionar material para el tan esperado homeschooling.

Nuestros morim de Preschool y Elementary School prepararon booklets con actividades ordenadas para 15 días, que fue lo que consideramos podría ser el periodo de suspensión. Como llevábamos poco tiempo de clases, éstas se concentraron en repasar aquello que sería requisito para el año en curso y aquello que había quedado más débil el año anterior, lo que les permitiría a los alumnos hacer un trabajo un poco más autónomo. Para High School, en tanto, preparamos un taller para los profesores sobre cómo utilizar Google Classroom para crear un curso virtual en donde poder asignar tareas, actividades y conectarse de forma remota.

Cuando el Ministerio oficializó la suspensión de clases, ya teníamos trabajo adelantado.

El trabajo en equipo y el compañerismo, son valores que vivimos en nuestro Colegio, y que se evidenció de manera muy positiva. “Fue muy gratificante ver a todos los morim colaborando entre sí y ayudándose unos a otros para que esta suspensión impactara lo menos posible en los aprendizajes de nuestros alumnos”, comenta María Victoria Zubicoa, nuestra Academic Director.

Así fue como el miércoles 18 de marzo, comenzamos desde Preschool a 12th grade a hacer clases en modo remoto.

Las plataformas estaban activas, cada alumno tenía sus actividades agendadas y una rutina sugerida que facilitaría a los apoderados el Homeschooling.

Y lo más importante es que todo esto ayudaría a nuestros alumnos a calmar la ansiedad que implica estar todo el día en casa y acostumbrarse a un nuevo formato de estudio. Tenían una rutina que cumplir.

“El nuevo sistema que adoptó el Colegio para continuar con nuestro año escolar ha sido increíble. Estoy muy impactada por cómo en pocos días los profesores adoptaron todos los proyectos que los alumnos íbamos a realizar originalmente de manera presencial a la nueva plataforma. He aprendido por medio de clases online y proyectos que debemos realizar los cuales involucran mucha investigación y estudio. Por otro lado, los profesores han demostrado un profundo cariño por todos los alumnos preocupándose que entendamos bien los conceptos y respondiendo cada duda incluso fuera del horario laboral, cabe mencionar que muchos de ellos se preocupan también por nosotros en el aspecto emocional”, señala Ilana Brilovich, 12th grade.

Con los días todo se volvió más normal. Se realizaron consejos de cursos a través de reuniones virtuales con los profesores jefe, para evaluar la información que íbamos recibiendo y hacer los cambios necesarios. Incluso antes de comenzar el mes de abril ya habíamos dictado un segundo taller sobre cómo complementar y hacer mejores clases online usando las nuevas plataformas que fueron apareciendo y seguir avanzando en los programas de estudios. En paralelo, nunca dejamos de funcionar como Colegio. Todo lo que sucede en el día a día, como las reuniones de jefes de áreas con sus equipos, consejos de cursos, reuniones con el departamento de psicología y psicopedagogía (que llamamos Etgar), se fue realizando.

La tecnología fue nuestro gran aliado.¡Hasta se hizo viral una canción para los niños de Preschool creada por el rab Berl Sokolowicz!

“Nunca creí que iba a decir esto, pero echo mucho de menos al Colegio. Como estudiante, uno tiende a olvidar que el que te está enseñando, también tiene una vida aparte, y ahora más que nunca esto ha quedado a la luz. En una videollamada con una profesora que usaba una pizarra para explicar, de repente apareció una pequeña mano buscando un plumón y rayando la pizarra de paso. En otro caso, un profesor debió interrumpir momentáneamente la reunión para resolver una pregunta de su hijo. Todo esto me llevó a tomar conciencia del sacrificio que están haciendo nuestros profesores, aparte de traspasar sus clases de los próximos dos meses al computador y aprender a usar una plataforma ajena a ellos en un día, también debían ser los profesores de sus propios hijos. Me hizo ver que ellos hacen mucho más de lo que nosotros vemos”, agrega Moshé Schapiro, estudiante de 9th grade.

Sabemos que aún falta mucho por aprender de este sistema, sin embargo estamos orgullosos de nuestros alumnos, morim y apoderados, por el esfuerzo y la dedicación por hacer de este método el mejor en estos tiempos.

“Nos llena de orgullo saber que cada niño se sintió considerado, apoyado y querido por sus profesores”, expresa Zubicoa.