¡Que quieres de mí, PANDEMIA desdichada?
que me acosas sin quitarme la mirada…
Y créeme, esta persecución desaforada
juro, que no me seduce para nada…
Creí que era uno el que escogía pareja,
así fuera bonita, regular, joven o vieja…
Y aunque siento a veces, frio alrededor,
te prometo, no ando buscando tu calor;
Te aseguro además que mi tipo no eres
y no es que me falte saber algo de mujeres…
Aun si me haces llegar palabritas de pasión
no lograras jamás, apurar mi corazón;
Así que no me hagas rabiar con tu insistencia,
porque estoy perdiendo un poco la paciencia…
Y si me conversas de muchas cosas bonitas,
lo único que sacarás, es que me irritas;
Como me imagino, sin duda, que me escuchas,
haz caso de mis quejas, que son muchas…
Si quieres continuar con tus viles tretas,
te imploro, cambia luego de planeta!…
Llévate odio, tus maldades y tu estilo
y córrete PANDEMIA, déjame tranquilo…!

Roberto Lowy,
92 años.
Beneficiario de Reshet,
reside en Fundación CISROCO