Increíblemente ya estamos en diciembre, este año tan particular nos ha dejado muchas enseñanzas, aprendizajes y reflexiones, y ha sido impresionante ver como nuestra comunidad judía sigue más viva que nunca.
Jamás paramos nuestras actividades como tampoco pararon las de nuestras instituciones y organizaciones, la clave fue reinventarse.
La Comunidad Judía de Chile mantuvo una activa agenda pública, privada y comunitaria en pos del desarrollo de la vida judía y el fortalecimiento del Estado de Israel.
Logramos llegar con ayuda a puntos apartados de nuestro país, lo que nos permitió colaborar con los más necesitados, quienes muchos nunca habían oído sobre la comunidad judía, como así también reforzar lazos de mutua colaboración con parlamentarios, alcaldes y otras autoridades nacionales.
Desde el punto de vista del fortalecimiento del Estado de Israel, este también fue un año complejo por la intención de algunos parlamentarios, dirigentes y otros, de importar el conflicto de medio oriente a nuestro país, y la irrupción del alcalde Jadue en la prensa con diversas declaraciones antisemitas. Producto de esto, se realizaron gestiones en cancillería, autoridades de gobierno, legislativas, como así también una intensa agenda de prensa.
Probablemente cuando tengas esta revista en tus manos, estaremos a pocos días de nuestro tradicional Januká en La Moneda la que, por motivos de pandemia, se realizará en un aforo reducido y con el protocolo respectivo. Lo significativo es no perder este importante espacio de llevar una de las fiestas más lindas del judaísmo hasta la casa de Gobierno y aportar con nuestras tradiciones y el significado de Januká al país.
También, durante enero -y bajo las mismas restricciones sanitarias- realizaremos la Conmemoración del Día Internacional del Holocausto en cancillería, para recordar un año más a las millones de víctimas, judías y no judías, asesinadas en el Holocausto.
Sumando y restando, este año fue un año de ganancia incalculable en la agenda de la comunidad judía de Chile, manteniendo firme nuestros objetivos y valores.
Gracias a todos los miembros de la comunidad judía por confiar en la CJCh, a sus instituciones, organizaciones, y a todos quienes representamos. Les deseamos JANUKÁ SAMÉAJ y que este nuevo año nos permita continuar trabajando firmemente por un país más solidario, amable, inclusivo, tolerante y democrático.