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Robert Funk: “La Comunidad tendrá que aprender a funcionar con los nuevos códigos de la política”

Por Daphne Dionizis A.

Si bien el panorama actual de nuestro país presenta una serie de desafíos en términos económicos y políticos, Robert Funk, destacado Doctor en Ciencias Políticas y Sociología, visualiza nuevas oportunidades y un escenario tranquilo para los judíos de Chile.

En medio de una gran incertidumbre a nivel comunitario y nacional, conversamos con Funk, experto en asuntos públicos, quien nos comparte su análisis para este nuevo Gobierno.

Muchos jóvenes de 30 años sienten que Chile despertó con el estallido social. Mayores de 30 años tienen otra perspectiva del país, y sienten que vivimos en una especie de burbuja que duró unos 20-30 años, y que el Chile de hoy, es realmente el verdadero. ¿Qué tan cierto es esta percepción?

La percepción de muchos jóvenes no es que hayamos vivido en una burbuja, sino que los últimos treinta años no fueron más que una continuidad de la dictadura. Eso claramente no es así. Los cambios en cuánto a desarrollo, pobreza, crecimiento, niveles de vida, consumo, educación, en las actitudes sociales, por donde se mire, son sustanciales.

Pero, las percepciones son subjetivas. No se puede decir si son ciertas o no. Lo relevante es que ellas y ellos lo sienten así, porque no vivieron lo que vino antes. Entonces efectivamente eso ha sido un motor importante de las protestas y demandas por el cambio.

Con la llegada de Boric y la izquierda al poder, ¿Crees que efectivamente se neutralizarán estas protestas sociales y volveremos a un ambiente previo al 18 de octubre?

Creo que no sería realista esperar que Chile volviera a ser lo que fue antes del 18 de octubre.

También no es real pensar que porque llega Boric al poder, no habrá cierta continuidad en las demandas, o que no surgirán demandas nuevas. Además, los años que vienen no serán fáciles ni políticamente ni económicamente. Eso también abre la posibilidad para nuevas protestas.

¿Cómo se vive este proceso de pasar de derecha a izquierda tan abruptamente? ¿De qué manera lo veremos reflejado en nuestra vida cotidiana?

No es ni la primera ni la última vez que habrá un cambio de derecha a izquierda o viceversa. La vida cotidiana sigue. Mi impresión es que el proceso constituyente tendrá más impacto en nuestras vidas que el nuevo gobierno.

¿Podríamos afirmar que estamos frente a una nueva izquierda chilena?

Desde comienzos del siglo XX hemos tenido distintas izquierdas en Chile, con grandes divisiones y diferencias ideológicas y programáticas entre ellas. Hoy vemos otro proceso de cambio en la izquierda, pero, como ha dicho el mismo Gabriel Boric, una que construye sobre los hombros de los que vinieron antes. Esa izquierda, la de Boric, no es refundacional, sino que busca hacer un salto hacia una socialdemocracia más parecida a la que existe en Europa. No sé si es posible o no, pero es lo que buscan. Por supuesto que hay izquierdas más radicales, o grupos radicales que no encajan bien en las categorías tradicionales de izquierda, algunas presentes en la Convención Constituyente.

Gabriel Boric es el candidato electo con más votos en la historia de nuestro país e incluso la participación ciudadana obtuvo el mayor % desde que el voto es voluntario.  ¿A qué crees que se debe este resultado?

Boric representa distintas cosas para distintas personas. Pero claramente logró encarnar el deseo por la renovación política y generacional.

 Con solo 35 años, se convertirá en el presidente más joven de nuestro país ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de estar en ese cargo a esta edad en el contexto de los valores actuales?

Boric es joven pero lleva 10 años en la política a nivel nacional, como dirigente estudiantil, como diputado, y ahora como presidente.

Boric tiene más experiencia que muchos otros líderes al llegar al poder. Y ha demostrado que tiene muñeca política.

Pero su juventud es una ventaja en cuanto a que le permite representar el cambio generacional que muchos piensan fue postergado por la generación anterior.

¿Cuáles crees que serán los mayores desafíos que deberá asumir en su gobierno?

Hay una larga lista, desde la pandemia, la recuperación económica y la inflación, la implementación de la nueva constitución (suponiendo que llegue a buen puerto ese proceso), la delincuencia y narcotráfico, y las crisis de la inmigración y la macrozona sur. Pero normalmente los principales desafíos que enfrenta un gobierno no son necesariamente los que uno cree que son al asumir. Hace cuatro años Piñera no pensó que tendría que lidiar con una pandemia. Hace un año Biden no pensó que estaría enfrentando una posible guerra en Europa.

El último esfuerzo del gobierno de Sebastián Piñera, estuvo sin duda en todo lo relacionado al control de la pandemia, posicionando a Chile como un ejemplo a nivel internacional. ¿Crees que se sostendrá con el gobierno de Boric? ¿Crees que cambiará el foco de la vacunación?

En ese ámbito lo probable es que se mantenga la política actual.

El futuro escenario para nuestra Comunidad

Las elecciones presidenciales de noviembre de 2021, sin duda alguna, generaron un ambiente de incertidumbre y temor en muchas familias de nuestra Comunidad. Incluso la posibilidad de hacer Aliá, era uno de los temas más recurrentes y predominantes.

Hoy, al parecer ese contexto comunitario se normalizó y estamos esperando ver cuál será realmente el nuevo escenario que viviremos como judíos chilenos. ¿Será que fue un miedo injustificado?

“Sería impensable que un gobierno que se dice ser progresista, permita que una comunidad que es minoría sienta que sus derechos humanos, el derecho a vivir tranquilo, a practicar su religión, el derecho a que sus hijos estudien en paz y seguridad, el derecho a señalar apoyo por su tierra ancestral, sean atropellados”, asegura Funk.

Las elecciones causaron mucha incertidumbre a nivel comunitario. ¿Cómo ves el escenario de la Comunidad Judía en Chile en este gobierno?

El nuevo gobierno incluye elementos de una izquierda que hace eco de discursos antisionistas vistos en otras partes del mundo. Ha adoptado sin cuestionamiento acusaciones que sabemos que no son reales. El mismo presidente electo ha hecho declaraciones que han causado dolor en la Comunidad. Dicho eso, estoy seguro que hay espacios para diálogo y aprendizaje, tanto por parte de las nuevas autoridades como por parte de la Comunidad.

Sabemos que Chile es uno de los países con mayores índices de antisemitismo a nivel regional. En este sentido, y sabiendo que Jadue, catalogado por el Centro Wiesenthal como uno de los 10 mayores antisemitas del mundo, posee una cercana relación con Boric ¿Crees que podremos convivir y vivir en paz como judíos?

Sin querer defender a Jadue, no es razonable sostener que es uno de los mayores antisemitas del mundo, ni que es cercano a Boric.

Ninguna de esas aseveraciones es correcta.  Si uno mira lo que ocurre en el mundo – en Norteamérica, en Inglaterra, en Europa – por suerte no nos ha llegado el tipo de agresión y violencia que han vivido las comunidades en esos países.

No son tiempos fáciles, no hay que bajarle el perfil a los intentos de deslegitimar a Israel y cómo eso impacta en las comunidades de la diáspora. Pero la idea de que en Chile estamos viviendo una crisis en particular me parece una exageración.

En varias ocasiones, Gabriel Boric describió a Israel como un Estado genocida. El 27 de enero, como presidente electo, manifestó un cordial saludo a la Comunidad Judía tras el Día Internacional de la Conmemoración del Holocausto. Ahora que asumió este nuevo cargo ¿Cuál crees que será su relación con Israel?

El hecho que Boric haya enviado esos saludos demuestra algo que él mismo ha dicho: que tiene sus ideas, pero está dispuesto a dialogar, leer, aprender. A mi me gustaría ver, por ejemplo, aprovechando de la curiosidad intelectual del nuevo presidente, que su gobierno considere seriamente la adopción de la definición de antisemitismo del International Holocaust Remembrance Alliance (IHRA), a la cual se han sumado países como Argentina, Austria, Canadá, y muchos otros. Un gobierno que quisiera ser crítico de Israel, apoyado por la definición de la IHRA, entendería que esa crítica en sí no es un acto antisemita, siempre que las críticas sean similares a las que se les hace a cualquier otro país. Pero también quedaría claro que acusar a los judíos de una doble lealtad, o negar el derecho de Israel a existir, sí lo son.

En cuánto a las relaciones con Israel, no creo que veamos mayores cambios. Tal vez en momentos de crisis habrá mayor disposición por retirar embajadores o algo así. Pero eso ya lo vimos en el pasado. Dudo que veamos mucho más que eso.

¿Crees que se pueden fortalecer los lazos y generar nuevas alianzas que nos permitan vivir como judíos tranquilos y orgullosos de nuestro judaísmo en Chile?

Habiendo conversado con personas cercanas al nuevo gobierno, estoy seguro que existe esa posibilidad.

Como el resto de Chile, la Comunidad Judía tendrá que aprender a funcionar con los nuevos códigos de la política.

Habrá una curva de aprendizaje, para la Comunidad y para el nuevo gobierno.

 

Robert Funk Krauskopf

  • Doctor y Magíster en Ciencia Política, London School of Economics and Political Science.

  • Miembro del Comité Ejecutivo del recién creado Comisionado de la OEA para el Monitoreo y Combate del Antisemitismo en las Américas de la OEA.

  • Profesor asistente del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile.

  • Ex Presidente de la Asociación Chilena de Ciencia Política ACCP (2006-2008).

  • Investigador Asociado del Center for Strategic and International Studies, Washington DC. Investigador visitante del Center for Hemispheric Policy, University of Miami (2011).

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