Las experiencias judías que vivimos a lo largo de nuestras vidas, son muchas veces la puerta de ingreso a la experiencia comunitaria. Queremos compartir una reflexión acerca de esta increíble experiencia.
Un pasaje de la Mishná (Peá 1:1) enumera diferentes Mitzvot para las cuales no hay medida, es decir, Mitzvot que cuanto más cumplamos es mejor. Sin embargo, sobre el final del pasaje se sostiene que “el Talmud Torá (estudio de la Torá) equivale a todas las anteriores”. Esto nos muestra la importancia que para nosotros como pueblo tiene el estudio de la Torá.
Talmud Torá es un término que se suele utilizar para describir cualquier experiencia de estudio de las fuentes o la vida judía (la Torá, los textos rabínicos, los pensadores a lo largo de nuestra historia, etc.).
Lo llamativo es que al proceso de preparación para Bar y Bat Mitzvá alrededor del mundo hispano parlante, se lo llama también “Talmud Torá”.
Les cuento una experiencia que vivimos hace pocas semanas: acompañábamos a una familia cuyo hijo celebraba el ingreso a las Mitzvot. Solo que este joven, producto de la pandemia, tenía ya quince años al momento de celebrar esta ceremonia. Sin lugar a dudas que su aproximación a la Parashá, la manera en que logró leer la Torá e inclusive la voz gruesa , propia de su edad, se tradujeron en una experiencia diferente para todos nosotros, acostumbrados a presenciar ceremonias de niños y niñas de menor edad.
Esta situación dejó en evidencia lo que significaba el realizar esta ceremonia a una edad más avanzada que la tradicional y ver los aspectos positivos de la experiencia, pero a su vez nos llevó reflexionar sobre nuestra tradición.
La tradición judía, desde hace miles de años, estableció que el ingreso al mundo de los adultos y la responsabilidad (al menos desde un aspecto puramente ritual), sea a los 12 años en el caso de las mujeres y de 13 en el caso de los hombres, porque se entiende que esta es una “edad apropiada”. Pero, ¿Cuál es la razón de esa edad? , ¿qué es lo que la convierte en la apropiada?.
Si bien en el mundo moderno podemos saber con claridad la edad de cualquier persona, debido a la existencia de documentación legal que acredita el nacimiento, antes no se contaba con esta herramienta. ¿Cuál era entonces, el instrumento que permitía determinar el status de mayor o menor edad de una persona? Su aspecto físico.
Los códigos rabínicos detallan la presencia o ausencia de ciertos rasgos físicos, como indicador de madurez, cambios que se producen entorno a esta edad.
¿Qué es, entonces, Talmud Torá en el contexto de la preparación de los jóvenes para su Bar y Bat Mitzvá? No solo es educación de contenidos, ni la preparación musical para dirigir una Tefilá, leer de la Torá o la Haftará, y exponer un Dvar Torá personal. Para nosotros, el propósito es acompañar en el proceso de crecimiento y cambio tanto a los niños y las niñas, como a sus familias; ya que si bien el crecimiento se imprime sobre una persona en particular, toda la familia está presente en esta experiencia.
Nuestra invitación es que puedan sumarse en este hermoso proceso.
Que nos permitan acompañarlos en este camino, el que abre nuevas puertas impensadas, que acercan a nuestros niños al conocimiento de una tradición milenaria e inagotable.