Por Gabriela Feldman, Directora Ejecutiva
¿Y qué significa que todos somos Reshet?
En realidad, todos lo somos porque a Reshet lo conforma toda la comunidad judía. Todos lo formamos ya sea como colaboradores, voluntarios o beneficiarios. Y la realidad es que todos de alguna manera podemos ocupar esas posiciones a lo largo de nuestra vida.
Nada asegura que algún día no seamos beneficiarios y que la rueda de la vida nos lleve a necesitar de la ayuda solidaria de la comunidad a través de Reshet.
Por otro lado, si somos colaboradores o voluntarios también somos beneficiarios porque recibimos el beneficio de poder cumplir con una mitzva fundamental en la tradición judía, que es la tzedaká.
Nos acercamos a los Yamim Noraim, días en que seremos juzgados por el Eterno respecto a nuestra conducta durante el año transcurrido. Una de las oraciones centrales de nuestra liturgia de Rosh Hashaná y de Yom Kipur es la plegaria “Unetane Tókef”. Allí se recuerda como todas las criaturas pasan ante el Tribunal celestial y como D-s nos juzga a todos. Sin embargo, si el veredicto no es favorable a nosotros aún hay tres mitzvot que pueden actuar para cambiar el mismo y son el retorno(teshuvá), la plegaria(tefilá) y la tzedaká.
La tzedaká está invariablemente unida a nuestro futuro y es parte esencial de nuestra existencia.
Si simbolizáramos a esas tres mitzvot como flechas hacia una determinada dirección podríamos decir que la teshuvá es una flecha que parte desde nosotros hacia nosotros, mientras que la tefilá esta simbolizada por una flecha que parte desde nosotros hacia arriba, es decir hacia las alturas, hacia el cielo, mientras que la tzedaká estaría representada por una flecha que se dirige hacia otra persona.
Es cierto que la teshuva y la tefila tienen cierto efecto sobre los demás, ya que nuestro arrepentimiento implica también un pedido de perdón a los demás, y la tefilá no solo habla de nuestra relación con la divinidad, porque también rezamos por los otros.
Pero es en la tzedaká donde con más claridad se expresa nuestra relación con las demás personas y donde de manera mas palpable se comprende nuestro compromiso con el prójimo.
El libro de oraciones que usamos en los Yamim Noraim se denomina Majzor, que significa justamente ciclo, porque cada año es un ciclo distinto, y en los ciclos a veces estamos bien arriba, y otras veces estamos en parte baja de la rueda. A veces nosotros somos los llamados a aportar y a veces somos los que debemos solicitar. Pero habiendo una comunidad organizada y habiendo Reshet para canalizar la ayuda social, podemos estar tranquilos que podremos saber asistir al necesitado.
El sonido del shofar que comenzamos a a escuchar en el mes de elul, nos convoca a comprometernos en la realización de las mitzvot que comentamos anteriormente y que nos relacionan con nosotros, con D-s y con el prójimo. No porque no lo debamos hacer todo el año sino porque hay un momento para reflexionar más profundamente respecto de ese compromiso.
Reshet significa red en hebreo, y Reshet es una verdadera red que representa interconexión, interrelación entre todos de tal manera que nadie se pierde en el vacío porque la red le impide caer y desaparecer.
Reshet es esa red en donde las instituciones comunitarias se cruzan y se conectan de forma tal que nadie puede quedar definitivamente solo.
Todos a través de la transversalidad de Reshet quedamos unidos y nos ayudamos mutuamente.
¡Por eso es que definitivamente todos somos Reshet!