Uniendo judíos: un período fecundo y desafiante
Publicado el: 12 / 11 / 2020

Por Rafael Guiloff, Vicepresidente B’nai B’rith

Este mes, noviembre de 2020, en la convención bianual de la organización B’nai B’rith Chile, Distrito 27 de B’nai B’rith Internacional, en la que elegirá sus nuevas autoridades para el período 2020-2022.

Jaime Fuchs, presidente saliente tras cuatro años de gestión, ha tenido una ardua labor en sus dos presidencias consecutivas, materializando el anhelado cambio de sede de la organización y luego enfrentando las sucesivas e inéditas contingencias del estallido social y la pandemia. Su empuje, su perseverancia y su resiliencia han otorgado a los ben B’rith la satisfacción y la alegría de disponer de una sede cómoda y agradable, que es un espacio de encuentro cercano, acogedor y acorde a las necesidades actuales de la hermandad.

En la nueva sede, inaugurada en abril de 2019, las filiales y la B’nai B’rith toda, se han visto revitalizadas.

El que la organización se haya asentado y haya contribuido decisivamente a hacer efectivo el proyecto de un Campus Judío, concebido por la NBI, en su terreno de Vitacura, constituye una base firme para una alianza con reales perspectivas de futuro entre ambas entidades comunitarias. Estas ya se han manifestado palpablemente, generándose sinergias en varios ámbitos de sus respectivos quehaceres. Entre ellas sobresale el conversatorio ciudadano de noviembre de 2019, facilitado por B’nai B’rith y realizado con NBI en una sala de sus salas, que convocó el interés transversal y la presencia de un gran número de judíos de todas las edades, que se expresaron ampliamente, contribuyendo a desahogar y contener las inquietudes y angustias provocadas por la álgida situación del estallido social.

Los atributos de empuje, perseverancia y resiliencia que posee Jaime también han sido fundamentales para que B’nai B’rith esté haciendo frente y navegando en las difíciles circunstancias impuestas por la pandemia.

Ante ellas, para mantener y sostener sus pilares esenciales de servicio que se expresan en torno a los valores fundantes de la benevolencia, la fraternidad y la concordia, la organización y sus filiales han debido adoptar y adaptarse a prácticas nuevas y ajenas a las habituales.

Los profesionales de B’nai B’rith, su director ejecutivo, el periodista Jorge Zeballos, la coordinadora del Programa de Becas, la socióloga Valentina Ruiz, el coordinador de asuntos externos, el cientista político Bartolomé Abramovich, la coordinadora de asuntos internos, la licenciada en Derecho Liora Wald y la ejecutiva de Fund Raising, la contadora auditora, Leonor Bercovich, han sido aportes determinantes para lograr la necesaria adecuación de la hermandad a la desafiante y cambiante realidad en pandemia.

El dedicado y comprometido staff profesional de B’nai B’rith, se integró mayoritariamente a la organización durante las presidencias de Jaime Fuchs, salvo los casos de Valentina Ruiz y Jorge Zeballos quienes estaban desde antes. Se consideró esencial la profesionalización para que B’nai B’rith pudiera continuar efectivamente sirviendo a su hermandad, incidiendo dentro de los asuntos comunitarios judíos y manteniendo una presencia representativa del humanismo judío laico en el ámbito nacional.

Funcionando con las restricciones resultantes de la pandemia, B’nai B’rith ha activado sostenidamente y sin pausa, hacia adentro, como la familia que es cada una de sus filiales, donde hubo múltiples ejemplos de fraternal solidaridad y también hacia afuera, organizando charlas y actividades benéficas, a la vez que colaborando con otras entidades judías en la conducción y difusión de sus charlas y actividades. Se destaca en esto la exitosa campaña para conseguir computadores destinados a niños de los colegios Hebreo y Maimónides, en colaboración con el Estadio Israelita y la Comunidad Judía de Chile (finalmente convocó a la comunidad toda), cuyo éxito se debió en gran parte al acierto en lograr que fuera conducida por Mario Kreutzberger. También B’nai B’rith logró un inédito y exitoso resultado en su fiesta anual pro fondos de su programa Probecas la cual, por primera vez se llevó a cabo de manera no presencial.

Así, en tiempos de alegría y en tiempos de dureza, B’nai B’rith ha persistido en servir y unir a los judíos y en ser una voz judía proyectada hacia la comunidad nacional.

La cantidad y la diversidad de personalidades, judías o no, que se han manifestado, encontrado y/o debatido en B’nai B’rith, ya sea en filiales o en actividades centrales institucionales, en desayunos, en almuerzos o en los tradicionales sedarim interconfesionales celebrados por la organización, reafirma que B’nai B’rith es el lugar judío donde todos se pueden encontrar y todo se puede conversar y donde siempre se escucharán con respeto todas las opiniones.